jueves, 30 de diciembre de 2010

HISTORIA DEL DIRIGIBLE “GRAF ZEPPELIN”

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- SU VISITA A BUENOS AIRES -

El primer dirigible alemán LUFFTSCHIFF ZEPPELIN – LZ1 llevó el nombre de su creador, el conde Ferdinando von Zeppelín (1838 – 1917). Había realizado su vuelo inaugural, llevando sólo cinco tripulantes a bordo. Fue el 2 de julio de 1900, sobre el lago Constanza, cerca de la ciudad de FRIEDRICHHAFEN, al sur de Alemania.

Fue una aeronave de excepcionales dimensiones, en un tiempo en que los aviones eran solamente proyectos e ilusiones bien encaminados, pero difíciles de concretar.

La estructura del fuselaje del dirigible la efectuaron con fuertes vigas de aleación de aluminio y cinc: medía 128 metros de longitud y casi 12 metros de diámetro, con 17 compartimientos llenos de hidrógeno, el gas sustentador, con un total de 113.000 metros cúbicos. Luego tenía dos motores de combustión interna “Daimler” de 4 cilindros y 14 HP. Cada motor accionaba dos hélices de cuatro palas de 1,20 de diámetro, colocadas en los costados del fuselaje.

Cubría la colosal aeronave, una envoltura de tela de lino, impermeabilizada con pintura nitrocelulósica. A ese prototipo de 1900, le sucedieron otros. En 1909 fue el LZ7 DEUTSCHLAND, con 19.0000 metros cúbicos y una longitud de 148 metros, 3 motores de 125 Hp. Posteriormente, se fundó una empresa para el transporte de pasajeros en Alemania, llamada “DELAG” que fabricó los siguientes dirigibles: LZ10 SCHWABEN, LZ13 HANSA, LZ11 Victoria Luisa y LZ17 SACHSEN, los que completaron cerca de 1.500 vuelos. Durante la Primera Guerra Mundial de 1914, Alemania construyó 87 dirigibles, los que fueron destrozados el 23 de junio de 1919, para no ser entregadas al enemigo como botín de guerra. Habían actuado en esta contienda bélica bombardeando en inesperadas incursiones nocturnas, distintas zonas de la ciudad de Londres, pero eso no alcanzó. Alemania había sido derrotada….

- CREACIÓN DEL “GRAF ZEPPELIN” -

En un hangar de FRIEDRICHSHAFEN, se concretó el aramdo del dirigible “GRAF ZEPPELIN” LZ127 de 236 metros de longitud, 30 metros de diámetro. Transcurría el año 1928, y el 8 de julio, fecha en que el conde Ferdinando von Zeppelín cumpliría 90 años, su hija, la condesa von Brandstein Zeppelín, fue madrina de sa gran aeronave, que cumplió su vuelo d epreubal el 18 d eese ñao.

Después dio comienzo una extensa serie de viajes nacionales e interancionales con 7 cruces del Atlántico norte, 137 del Atlántico sur y 1 del Pacífico, totalizando 17.178 horas de vuelo, sin accidentes. Entre el 8 de agosto y el 1° de septiembre de 1929, efectuó el siguiente itinerario: Nueva York, Friedrichshafen, Leningrado, Tokio, Los Angeles, Lakehurst, y llegada a Alemania. Un recorrido de 34.022 Km. en sólo 21 días, utilizando 7 horas y 34 minutos, con 21 pasajeros y 40 tripulantes, a las órdenes de su capitán Dr. Hugo ECKENER.

- EL “GRAF ZEPPELIN” LLEGA A BUENOS AIRES –

Transcurría el sábado 30 de junio de 1934, un día muy especial en la ciudad de Buenos Aires. Se anunciaba el arribo del dirigible alemán “GRAF ZEPPELIN”; hubo asueto para la administración pública, también para los alumnos de escuelas primarias y secundarias. Escasa actividad comercial, muchos comerciantes resolvieron bajar las persianas de sus locales de negocios.

Esa mañana era bastante fría, con una temperatura inicial de 3° de mínima que luego se elevó a los 13° de máxima.

Desde muy temprano, loas radios capitalinas informaban a la población que el famoso dirigible estaba volando sobre el DELTA desde las tres de la madrugada. A medida que fue aclarando el día, y que el vuelo se extendió hacia varios sectores de nuestra Capital, el entusiasmo popular creció enormemente. Gran cantidad de porteños resolvieron dirigirse a CAMPO DE MAYO, lugar previsto para el aterrizaje, que finalmente se logró a las 8.55. Hubo medidas de seguridad. Se prohibía fumar en toda la zona, por un eventual peligro de explosión. La aeronave había partido de Alemania, continuando su recorrido por territorios franceses y españoles; islas Canarias, islas de Cabo Verde, luego Río de Janeiro, Montevideo, hasta su descenso en Buenos Aires.

2.5000 “BOYS SCOUTS” pertenecientes a la colectividad alemana, estuvieron presentes en la recepción, que presidía el Ministro de guerra general Rodríguez; el director de Aeronáutica Coronel Zuloaga; el senador Sánchez Sorondo; el presidente de la Cámara de diputados Manuel Fresco, y el embajador alemán barón von Thermannn. El dirigible traía en este viaje, voluminosa correspondencia, y llevó hacia Europa casi 139 kg. de cartas y unos 12 kg. de impresos, también cargó en su viaje de retorno a 18 pasajeros.

- EL REGRESO -

El “GRAF ZEPPELIN” con sus 80 mil kilos de peso, estuvo escaso tiempo en suelo argentino. A las 9.47 de aquel recordado 30 de junio de 1934, inició la vuelta al viejo continente. Conscriptos del ejército desataron las amarras, y comenzaron su partida. Su fuselaje plateado con el reflejo del sol, presentaba una hermosa tonalidad rojiza. Con su andar silencios y aparentemente lento, ponía proa para dirigirse finalmente a la zona de la Casa de Gobierno. Pasó minutos más tarde por los barrios de Villa Devoto y Villa del Parque. Curiosamente desde su barquilla, unas pequeñas hojas con la publicidad impresa de la pizzería “LAS CUARTETAS” de Buenos Aires, eran arrojadas durante el trayecto. Los pibes de aquel tiempo, las juntaban con rapidez y entusiasmo en ese sábado tan particular, como un acontecimiento histórico jamás repetido en nuestro país…

Al día siguiente, domingo 1° de julio, las canchas del fútbol porteño, repletas de público parar presenciar los partidos que brindaba el deporte más hermoso. En esa fecha, la 14, un clásico sobresalía sobre el resto: San Lorenzo en Boedo, vencía a River Plate por 2 a 0…

lunes, 27 de diciembre de 2010

Tragedia y Misterio en el Castillo (X)

UN INCREIBLE Y FATAL ACCIDENTE

En esa madruga de otoño en los alrededores del majestuoso castillo la oscuridad era total, y algo lúgubre. En aquellos lejanos tiempos las calles del barrio eran con piso de tierra. Solo algunas de las arterias principales tenían adoquinado y además no poseían iluminación propia. Solamente se advertía cada noche la presencia de algún modesto farol alimentado a querosén, disperso y solitario en diversos lugares de la desolada zona brindando su luz tenue, parpadeante e imperfecta, pero a la vez, romántica, bella y encantadora.

Los primitivos y siempre recordados vecinos parquenses de esa irrepetible época, disfrutaban por las noches de cierta visibilidad durante la plenitud de la luna llena, situación aprovechada por algunos para realizar tareas menores. Pasado ese corto ciclo, transitar por esos sitios en horas nocturnas significaba literalmente hacerlo "con los ojos vendados". En el tiempo de la fiesta de la boda comentada, el satélite de la Tierra iniciaba su cuarto creciente, y por lo tanto, una total oscuridad rodeaba el notable edificio de la familia Giordano.

Transcurrían las primeras horas de la madrugada del día 2 de abril de 1911 cuando la pareja de novios dejó el castillo. Gran cantidad de vecinos ocupaban la calle Campana y sus respectivas veredas, quienes les brindaban expresiones de simpatía y augurios de felicidad y fortuna. En esos momentos se pudo comprobar la ausencia del vehículo que debía trasladar a los recién casados, informándose que los aguardaba del otro lado, muy cerca de lo que hoy es la calle Ricardo Gutiérrez. Curiosamente una actitud llamativa e incomprensible¸ ignorándose quién había ordenado tal cambio (y si alguien lo hizo quizás tendría sus razones). ¿Habrá sido por el agua y el barro acumulados en esa calle a raiz de recientes lluvias?

Lo cierto fue que la pareja se dirigió hacia el sitio previsto, cruzando sobre los rieles del ferrocarril en medio de la oscuridad. Desde las puertas del Castillo se pudo observar a los jóvenes que a pie realizaban el trayecto. Varias veces saludaron con los brazos en alto a quienes los despedían. Esa fue la última imagen que la gente tuvo de Lucía y Ángel, porque segundos después ocurriría lo inimaginable y terrorífico. En esos momentos un tren rápido se desplazaba hacia la estación terminal de Retiro, por una de las vías de aquel solitario y oscuro sendero.

Los novios no advirtieron la imprevista aparición de la locomotora que arrastraba la formación de vagones a tanta velocidad. La luz delantera de las máquinas de esa época era insuficiente; muy débil y pequeña. No se identificaba a cierta distancia, pero el trepidar de esa mole de hierro tampoco fue escuchado por ambos, y entonces el terrible accidente se produjo; fueron embestidos violentamente perdiendo la vida en el acto. Se buscó en aquel entonces una explicación lógica a las posibles causas que originaron la tragedia. Quizás hubo una momentánea distracción de las víctimas debida al cansancio y sueño, después de la agotadora jornada vivida. También pudo ser producto de un fugaz y comprensible fervor amoroso, que por un instante desvió la atención de los dos en ese lugar peligroso y sin una iluminación adecuada.

Años más tarde apareció otra versión distinta con relación a este luctuoso episodio. En ella se decía que Lucía y Ángel partieron desde el castillo en un coche tirado por caballos, dirigiéndose en dirección a las vías férreas. Antiguos vecinos de la zona de ese tiempo, aseguraron que no había allí paso a nivel, y además los rieles ferroviarios estaban en un nivel bastante elevado con relación al de la calle Campana. Si así realmente era la situación. ¿por qué el carruaje ante ese inconveniente cruzó por ese lugar? ¿No hubiese sido más lógico y seguro haberlo hecho por la calle Tinogasta para llegar luego a la calle Cuenca? Por otra parte el cochero que conducía el vehículo ¿tampoco advirtió la presencia del tren?, sabiendo que él debía estar atento a todo lo que sucedía alrededor de su carruaje, más aún en ese sitio oscuro y riesgoso donde también corría peligro su propia vida. Situación confusa y poco clara que siempre fue materia de discusión.

Otro dato para la polémica afirmó en su momento que testigos presenciales del desastre, relataron con total convencimiento, que el transporte que utilizarían los recién casados después de la boda, y al cual nunca llegaron, no era un coche arrastrado por equinos, sino un coqueto automóvil muy bien acondicionado a cargo de un chofer elegantemente uniformado, que los esperaba del otro lado de las vías de a cuerdo a las instrucciones recibidas de los familiares de los contrayentes.

domingo, 19 de diciembre de 2010

- LA EMOTIVA HISTORIA DEL FÚTBOL EN VILLA DEL PARQUE -

Así como el fútbol argentino tuvo su época gloriosa en la década 1925 – 1935, el que se practicaba en los barrios de Buenos Aires, también era de gran jerarquía.

En Villa del Parque, en esa etapa floreciente del más popular de los deportes, se fundaron muchos clubes “SOCIALES DEPORTIVOS”. No hubo ningún otro barrio porteño que tuviera tal cantidad de instituciones: Juventud Argentina, Primitivo-Juventud, Argentina-Glorias del Parque, Canillitas Parquenses, Luceros Argentinos-Juventud Unida, Defensores del Pacífico, 25 de Mayo, Defensores de Esperanza, Villa Sahores, Unión y Libertad, Ciclón de Melincué, Juventud Parquense, Panamá, Kimberley, 9 de Julio (luego se llamó Sportivo Rivadavia; fue un club infantil), Armenia. Hoy se recuerdan esos nombres con mucha emoción y cariño. Habían sido creados con el esfuerzo y la colaboración de los vecinos de cada zona.

En aquellos tiempos, tenían sus domicilios en Villa del Parque, auténticos ídolos del fútbol profesional integrando los distintos equipos del barrio. Como era de esperas, dictaban cátedra de buen fútbol, en los inolvidables “potreros”, donde también jugadores aficionados trataban, junto a ellos, demostrar sus habilidades, y al mismo tiempo aprender algo de aquellas estrellas del balompié nacional, que actuaban cada domingo en sus respectivas instituciones: Ramón Mutis (Boca y Argentinos Juniros,), Vicente Pietracupa (Argentinos Juniors y Racing), Carlos Richiardi (Chacarita Juniros), Alterto Chividini, Mario Scavone, Alfredo Montoya, Alberto Cosas, Roberto Orlando, José Ermilio (San Lorenzo), Nicolás Colonna (Huracán), Aníbal Tenorio (Boca Juniors), José Lombardo, Juan “Berreta” Lorenzo (Atlanta), Bibiano Lorenzo (Colegiales y Tigre), Vicente Capadula (Colegiales) y Pedro Azcárate (Talleres de Buenos Aires). Este fue otro de los récords de Villa del Parque.

Siempre se recordaron aquellos estupendos partidos entre equipos de entidades de la zona, integrados cada uno de ellos, por auténticos astros del fútbol rentado de nuestra Capital Federal, junto a noveles jugadores aficionados del barrio, que de esa manera adquirían experiencia, y probaban sus capacidades deportivas ante los buenos elementos, que se desempeñaban exitosamente en formaciones de elencos totalmente profesionales.

Todos esos gloriosos nombres mencionados, engalanaron, sin duda alguna, las modestas canchas de Villa de Parque, y son siempre motivo de una grata evocación, y en las páginas de la historia barrial, estarán siempre presentes, como un emocionado y merecido homenaje.

miércoles, 15 de diciembre de 2010


Plaza Aristóbulo del Valle. Campana entre Marcos Sastre y Baigorria. Escalinata. Detrás de los juegos. 08/01/1939.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Tragedia y Misterio en el Castillo (IX)

LOS DATOS QUE AÚN EXISTEN Y LOS QUE HAN DESAPARECIDO

En la antigua crónica de la historia del legendario castillo, existen "baches" informáticos insalvables. Con el transcurso de los años desaparecieron datos importantes de real valor que nunca pudieron ser rescatados. Se sumó a este inconveniente la desafortunada aparición posterior de informes equivocados, muchos de ellos emitidos de buena fe por quienes creyeron estar bien documentados, pero no era así.

Según relatos que consideramos creíbles, daremos la nómina por supuesto incompleta, de algunos de los invitados que estuvieron presentes en la ampulosa fiesta de bodas.

Habían asistido a la misma, directivos y deportistas de conocidas instituciones: Tiro Federal Argentino, Buenos Aires Rowing Club, Alumni F.C. Belgrano F.C. Yacht Club Argentino y del Círculo Italiano, entre otros. Acudieron también personajes de la política nacional, cuyos nombres no transcendieron, y del ámbito católico.

En cuanto al lugar donde se celebró la ceremonia religiosa, existen evidentes dudas. Quienes afirmaron que se efectuó en la Parroquia de San Antonio del barrio de Villa Devoto, no estuvieron en lo cierto. Su piedra fundamental había sido colocada en el año 1884, y la construcción comenzó a realizarla la familia Anchorena, pero fue abandonada por mucho tiempo. Lugo continuó con las obras el conde Antonio Devoto en 1915, por consiguiente no estaba habilitada en 1911. Más aceptable es la versión que indica que se realizó en la iglesia parroquial de San José de Flores ubicada en Rivadavia y Pedernera de nuestra Capital. No extrañó que el casamiento por civil se concretaría en las oficinas de esa zona: Fray Cayetano 65.

La leyenda también inscribió en sus páginas, algunas facetas desconocidas relacionadas con los jóvenes recién casados: algunos de los regalos recibidos en ocasión de su boda. Todos eran elementos valiosos de marcas prestigiosas de aquellos tiempos.

Un automóvil "Sampson", un piano importado y un violín del mismo orígen, un reloj de bolsillo, de oro 18 kilates (para hombre), una motocicleta inglesa "Bradbury", un grafófono "Columbia" con diez discos grabados por famosos intérpretes, una máquina de escribir "Royal Typerwiter Company", un medallón de oro con la imágen de Santa Lucía, (para dama), varias estufas para los distintos ambientes del edificio, juegos para te y café, juegos para mesa de porcelana inglesa, una variedad de copas de cristal, conjunto para lavatorio de porcelana importada, veladores eléctricos (a pila), una cigarrera de plata y caja de auténticos habanos, varios aparatos y útiles para la fotografía, un gran cuadro con la imágen de "La Gioconda", reproducción hecha por un artista amigo de la pareja, un variado surtido de baúles y valijas, productos de "Perfumerie La Couronne", Paris et London, y "Parfum Enigma" Lubin, París.

Quizás la recopilación de los obsequios no sea completa, pero quienes asumieron esa tarea dejaron para la posteridad un invalorable y emotivo testimonio.

Los novios se despiden y se retiran del Castillo

Transcurrían las primeras horas de la madrugada del día domingo 2 de abril de 1911, y el clima jovial de los festejos no decaía en ningún momento, todo era felicidad y alegría. El castillo totalmente iluminado daba una visión muy particular a esa zona del incipiente barrio. Desde lejos aparecía como una fulgurante figura, bella e impactante en medio de la noche. Era un espectáculo imponente, descripto luego con gran emoción por todo el vecindario de la zona parquense.

Pasaron las horas y en medio del bullicio de los presentes, llegó el momento de la despedida de la feliz pareja. Comenzarían a transitar por la dichosa senda de un verdadero amor, unidos en un matrimonio que solo Dios o el destino podrían separar.
Todos los participantes de la fiesta trataban de acercarse a los contrayentes, para desearles buenaventuranza y fortuna, comprensión y fidelidad constante.

Salieron del edificio, y según informes de testigos, el automóvil que los trasladaría no estaba en la puerta del mismo, y nadie supo explicar el motivo de tal ausencia. Alguien informó enseguida que estaba ubicado en otro lugar. Como es de imaginar, hubo comentarios adversos para quienes tomaron tal decisión. Sin ninguna duda, el coche nupcial debía haber estado en las puestas del edificio. Ese error, como se verá luego, fue factor preponderante en la desgraciada aparición del aciago hecho trágico de horror e infortunio.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

SERGIO BALDASSINI / LAURA CONDE

-SERGIO BALDASSINI, MAESTRO NACIONAL DE MÚSICA-



Debemos enorgullecernos, de haber incorporado a nuestras preferencias a este artista genial, de auténtica y elogiable tarea, como compositor, cantante, guitarrista o director de orquestas y coros, actividades merecedoras de real fama.

Lo hemos admirado y aplaudido al frente de su confjunto “CORO DE LA INNOVACIÓN” (http://sergiobaldassini.blogspot.com/2007/12/coro-de-la-innovacin-creado-y-dirigido.html), de óptima capacidad interpretativa. Ciertamente, nadie ignora, que no es nada fácil triunfar en ese elevado arte que es el canto, y lo lograron, recibiendo la fervorosa aprobación del público, en todos los lugares donde se requirió su desempeño. Las canciones son de una variedad absoluta. El vecindario parquense, vibró de emoción, en las oportunidades en los cuales se evocó a su lugar de residencia, a través del tango “VILLA DEL PARQUE MI BARRIO QUERIDO”. El coro dirigido por Sergio Baldassini, le otorgó al citado tema musical, la elocuencia viva de un acento netamente porteño. Sus integrantes, demuestran en cada actuación, sus destacadas aptitudes, naturalmente emotivas, y de un singular temperamento interpretativo.

En la actualidad el profesor Baldassini, también dirige a los siguientes grupos de la canción: Coro de Escuela de Comercio 12 D.E. 21 “Juan XXIII”, Coro de Escuela de Comercio 33 D.E. 18 “Maipú”, y además, como Maestro de Educación Musical Titular en la Escuela 17 D.E. 8 “Raúl Bernardellli”, del mismo modo en la Escuela 14 21 D.E. “Ricardo Levene”. Su dedicación merece el mayor de los elogios.

Exitosa trayectoria de Sergio Baldassini, que mediante la excelencia de su enseñanza, consiguió que conjuntos vocales bajo su dirección, y ante exigentes auditorios, demostraran una superlativa e incomparable calidad artística. Vayan hacía él, las más sinceras felicitaciones...

-LAURA CONDE, EXPRESIÓN MÁXIMA DEL TANGO “VILLA DEL PARQUE MI BARRIO QUERIDO”-



Es indudable que el tango es el patrimonio de los argentinos, es la raíz cautivante de nuestro país, y fue, además, el ritmo que nos identificó ante el mundo. Al evocar a la citada canción ciudadana, no podemos dejar de mencionar un hecho actual. La magnífica interpretación del tango “VILLA DEL PARQUE MI BARRIO QUERIDO”, a cargo del celebrado CORO DE LA INNOVACIÓN” (http://sergiobaldassini.blogspot.com/2007/12/coro-de-la-innovacin-creado-y-dirigido.html), dirigido por el profesor Sergio Baldassini, muy aplaudido por el público espectador.

En ese nombrado conjunto vocal se desempeña la soprano Laura Conde, que grabó el tema como solista, y también con el maestro Baldassini y el autor del tango aludido. Al escucharla, es posible trasladarse imaginariamente, a esa gloriosa e inigualable época gardeliana de las recordadas estrellas de nuestra canción popular: Azucena Maizani, Libertad Lamarque, Mercedes Simone, Tita Merello, entre otras, que se posesionaban totalmente de los versos que cada poeta había escrito.

Laura, a través de una súitl y acaricante voz, se expresa con llamativa fluidez, talento y dulzura. En su estilo personal, se advierte una modalidad interesante, poco común, que le permiten lograr un amplio éxito, y merecer el aplauso unánime de sus incondicionales admiradores, por su atinada labor interpretativa....

La presente nota, es un modesto pero sincero agasajo y reconocimiento, a Laura Conde, por parte del autor del tema, cuyo título encabeza este relato...


ISABELINO ESPINOSA

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Tragedia y Misterio en el Castillo (VIII)

LOS PREPARATIVOS PARA LA BODA

Transcurría el mes de enero de 1911 y la fecha establecida para el casamiento de Lucía y Ángel había sido fijada para el sábado 1º de abril de ese año. La recepción se realizaría en el espléndido y gran edificio de la calle Campana de Villa del Parque, muy cerca de la estación ferroviaria.

De común acuerdo las dos familias, que por otra parte mantenían muy buenas relaciones, efectuaron las invitaciones de rigor, y al mismo tiempo tomando nota de todo lo necesario para dicha ocasión.

El Castillo por ese entonces permanecía vacío por disposición de su propietario don Rafael Giordano, feliz en la oportunidad y arrepentido de haber dispuesto su venta que no se concretó dos años antes. La situación ahora era distinta, afortunadamente, y con su futuro consuegro don Manuel Lemos decidieron planear en primera instancia el moblaje (que correría por cuenta de ambos), de cada uno de los ambientes de la hermosa residencia. Comenzaron por asesorarse en tal sentido consultando a empresas dedicadas a esos menesteres. Luego de recorrer una buena cantidad de comercios de la Capital, solicitando catálogos, presupuestos y condiciones de venta, cotejaron la calidad y los precios de los elementos que deseaban adquirir, llegando a la siguiente conclusión: Muebles y tapicería (Pastore y Pino) de la calle Cuyo (Sarmiento) 1446/48. Artículos de bazar, cristalería, loza, porcelana (La Gran Despensa), calle Artes (Carlos Pellegrini) esquina Bartolomé Mitre. Estufas, calentadores y fonógrafos (Cassells y Co.) Florida 43. Relojes eléctricos (Casa Barlow) Florida 484. Pianos e instrumentos musicales (Breyer Hermanos) Florida 49.

Concretadas las respectivas compras en poco tiempo, todos los ambientes de la mansión parquense quedaron equipados, reflejando elegancia, categoría y buen gusto. Catálogos, pedido de compras, recibos de venta y datos complementarios, fueron recopilados en su momento para la historia, después, tal vez, no se le dio el real valor que esa documentación tenía, y se fue perdiendo a través de los años. Solo han quedado para la posteridad, relatos y anécdotas transmitidas por quienes fueron protagonistas de hechos verídicos, a sus descendientes, y estos a su vez los documentaron en su gran mayoría, para que en una eventualidad futura, existiera la posibilidad de escribir la verdadera leyenda del misterioso y legendario Castillo de Villa del Parque.

SABADO 1º DE ABRIL DE 1911

Finalmente llegó el día esperado, sábado 1º de abril de 1911. Los vecinos de entonces lograron admirar la silueta del edificio que presentaba en esa singular jornada un aspecto imponente, hermoso, cautivante. Se habían cuidado hasta los más mínimos detalles. Todo era exactitud y esmero, pulcritud y gusto refinado, quizás por la excelente organización del personal especializado que se contrató para tal ocasión.

Fueron transcurriendo las horas, durante las cuales se había cumplimentado por la mañana la correspondiente tramitación en el Registro Civil para la concreción del enlace. Entrada la noche comenzaron a llegar los invitados. La mayoría, ostentando la conocida vanidad humana, lo hacían orgullosos a bordo de lujosos automóviles con un evidente deseo de competir y triunfar ante los ojos de sus amistades y la demás gente.

Las famosas marcas de coches de aquel tiempo llevaban estos nombres: "Renault Fréres E-M-F 30", "Columbia", "Maxwell", "Courier", "Standard-Dayton". La conducción de los mismos estaba a cargo de choferes uniformados con vistosas chaquetas, gorras elegantes, guantes blancos y calzando lustrosas polainas de cuero. Cada uno de esos servidores representaba de alguna manera el poderío económico de sus patrones.

Luego de iniciarse la fiesta, el bullicio y la alegría hacían sentir su presencia en todos los ambientes de la mansión. Los padres de los contrayentes saludaban y atendían con delicada cortesía a los concurrentes al festejo. A su vez, los "mozos" contratados para desempeñarse en la ocasión, cumplían adecuadamente con sus funciones específicas. Dos orquestas de distinto estilo amenizaban la importante reunión. Una denominada "Platz Grau", ejecutaba antiguos valses vieneses, mazurkas y alguna otra música de origen europeo en la sala principal. En otro sector del edificio un cuarteto de ejecutantes criollos titulado "Buenos Aires", integrado con bandoneón, guitarra, flauta y violín, interpretaba inspiradas y hermosas melodías porteñas.

Con la llegada de los novios la fiesta alcanzó su máxima expresión de algarabía y felicidad. En determinado momento, como si hubiese sido un convenio realizado de antemano, los concurrentes a tan grata y emotiva reunión solicitaron a los recién casados (muy buenos ejecutantes de piano y violín) algunos temas musicales del repertorio de ambos. Cortésmente accedieron a esos pedidos, y así se pudieron oír en esa noche festiva, la interpretación de Lucía y Ángel en armoniosos compases de bellas obras de famosos compositores, ante los vibrantes aplausos de los presentes.