Por las pantallas del Gran Bijou de la calle Cuenca, pasaron glorias del cine internacional. Don Isabelino Espinosa recuerda a John Barrymore, Rin Tin Tin, Johny Weissmuller, Stan Laurel y Oliver Hardy (el Gordo y el Flaco), Tom Mix, entre tantos otros.
Pero, como era común en las salas de barrio, no todo eran películas. Las salas de cine barriales albergan otros espectáculos y ceremonias. Don Isabelino Espinosa recuerda, circa 1933, al elenco del programa radial “Chispazos de tradición” (escrito y dirigido por Andrés González Pulido) que teatralizaba los capítulos diarios de la radio, para satisfacción de la barriada que llenaba la sala para conocer a las personas detrás de las voces.
Ahora, si lo de ustedes era el policial, sin dudarlo que vieron, para la misma época, a Roberto Salinas y Ema Bernal en “Las aventuras de Carlos Norton”, con sus capítulos “El alarido” y “El misterio del ojo de vidrio” presentados en el Gran Bijou.
O, si sigue siendo un incrédulo, acérquese a ver al asombroso mago Ingo quien, ante la vista del público, se metía en una caja de madera, debidamente cerrada con cadenas y candados, escrupulosamente sellada y lacrada. El amenazador sarcófago se trasladaba hacia el hall del Gran Bijou donde quedaba en exposición durante toda la semana. Tras ese lapso, se devolvía la caja al escenario, se rompían los sellos, se abrían los candados, se retiraban las cadenas y el gran Ingo, ¡increíblemente!, reaparecía, sin mácula alguna.
En el Gran Bijou, también, solían hacerse los actos de graduación de los colegios de la zona o, en Carnaval, actuaban las comparsas del barrio. Pero nada como lo que sucedió el sábado 20 de septiembre de 1931 cuando los dueños del Gran Bijou anunciaron que pasarían la filmación del partido San Lorenzo 2 – Boca Juniors 0 que se había jugado días antes en la cancha de Boca (que, como bien me lo corrigió don Isabelino, en un borrador previo, todavía no era la célebre Bombonera). De más está en decir que no eran épocas de codificados ni de Fútbol para Todos por lo que, aquel que no fuera a la cancha, no veía el partido.
Ese sábado, los vecinos de Villa del Parque llenaron la sala, a la espera del gran partido, sin importarles que ya conocían el resultado y que el partido era, a esa altura, historia antigua. La proyección del partido que estaba pautada para las 15 horas, se atrasó. Primero debieron contentarse con la platinada fatal, Jean Harlow en “Ángeles del infierno”, un capítulo del Tarzán de Johnny Weissmuller y recién ahí, las primeras imágenes del partido, con el primer gol de San Lorenzo al minuto de juego.
Luego, diez minutos más de partido y… la placa de “Fin”.
La gente empezó a silbar, pidiendo los 80 minutos restantes. Un empleado del cine trató de explicar que eso era todo, pero se tuvo que ir ante las protestas. Silbidos y zapateos sirvieron de prólogo a las plateas arrancadas revoleadas sin ton ni son, signo evidente del enojo de los espectadores ante el timo organizado.
A duras penas, el Gran Bijou sobrevivió a esa tarde.
Pero no fue por siempre. Con las altas y bajas que afectaron la vida de otras salas barriales, el Gran Bijou cerró sus puertas una noche y nunca más volvió.
Los fantasmas de los actores que poblaron su pantalla, arrumbados entre los pliegues del telón azul, durmieron su sueño de aplausos y silbidos y risas y llantos. Y un día, llegó el turno de desmontar el cine y transformarlo en otra cosa.
Hoy, mientras recorren las góndolas del autoservicio chino que existe en su lugar, entrecierren los ojos por un momento y traten de imaginar, la sala, la escalera, la platea alta y los pasillos, adivinen la luz de la linterna de Salvador Nicosia señalando la butaca y, dejando una propina a la nostalgia, cuélguense de una soga, volando como el Capitán Blood sorteando los cañonazos sobre cubierta, desbaraten un nido de ametralladoras enemigas como el Sargento York o muerdan los largos cuellos blancos de las vírgenes trémulas hasta que brote la sangre en un suspiro orgásmico.
Sonrían por un momento y sigan empujando su changuito. Son los fantasmas del Gran Bijou, que no descansan en paz…
FUENTES:
Sobre “Una nueva y gloriosa nación”:
Ficha de la película:
http://www.imdb.com/title/tt0018758/
Mención en “Historias y leyendas del Cine Argentino” (ENERC):
http://www.enerc.gov.ar/fondoeditorial/pdfs%202009/ENERC_FE_Historia_y_Leyendas_del_Cine_Argentino_01.pdf
Una interesante recopilación historiográfica en “La ausencia de la Historia Argentina en el cine nacional” por José Fuster Retali:
http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/fuster_jose/historia_argentina_cine.htm
Fotos de “El cinematógrafo. Espejo del mundo” de Julián de Ajuria (Editorial Kraft, 1946):
http://www.facebook.com/album.php?aid=300031&l=a744cfaa04&id=163209071420
Sobre Francis X. Bushman:
La ficha en IMDB:
http://www.imdb.es/name/nm0124279/
Su artículo en Wikipedia:
http://en.wikipedia.org/wiki/Francis_X._Bushman
Foto de su tumba:
http://www.findagrave.com/cgi-bin/fg.cgi?GRid=2095&page=gr
Un muy completo artículo en “Examiner” (San Francisco) de Thomas Gladysz:
http://www.examiner.com/silent-movie-in-san-francisco/francis-x-bushman-king-of-the-movies-revealed-new-book
Fotogalería de Bushman:
http://silentladies.com/PBushman.html
Sobre Jacqueline Logan:
La ficha en IMDB:
http://www.imdb.es/name/nm0517574/
Su artículo en Wikipedia:
http://en.wikipedia.org/wiki/Jacqueline_Logan
Fotogalerías de Logan:
http://silentladies.com/BLogan.html
http://www.fanpix.net/gallery/jacqueline-logan-pictures.htm
Sobre el Cine – Teatro Gran Bijou:
Las notas de don Isabelino en la revista barrial:
“Cine – teatro ‘Gran Bijou’ de Villa del Parque” de Isabelino Espinosa, publicado en “Su revista” (nros, 161 – 162, junio / julio de 2006).
(Gracias don Isabelino!)