jueves, 18 de marzo de 2010

ÓMNIBUS DE LA CALLE CUENCA (1927 – 1937)

Autobús Argentina – La Internacional – Ibero-Americana – La República – Río de la Plata – Mariano Moreno – Columbia Autobús – La Titania – La Imperial – Brocway (sic) – La Metropolitana – La Central N° 4. Se agregan a la lista las líneas de tranvías 83 y 84.

POR LA CALLE JONTE: General Artigas – La Nueva Porteña – Almafuerte – La Palma.
POR LA CALLE BAIGORRIA: General Pueyrredón.

Todos estos medios de transporte de pasajeros, significaban un récord en aquella época. Ningún barrio porteño los tenía por la misma calle, siendo Cuenca, en Villa del Parque, la más transitada en nuestra Capital.

miércoles, 10 de marzo de 2010

nota en la bocina, sobre gardel

ARSENIO BLANCO. UN ANTIGUO Y VENERADO VECINO DE VILLA DEL PARQUE

Era un auténtico ciudadano de Buenos Aiers, sentía plenamente la verdadera amistad, el afecto sincero, la lealtad sin límites. Fue siempre un gran propulsor de la tradicional “gauchada”, una creación netamente porteña., utilizada en determinados momentos, para hallar soluciones favorables, que podrían ser, la crítica situación de un amigo desocupado, colaborando para que lograse una ocupación digna, tal vez, mitigando el proceso de una enfermedad, o también gestionando la suspensión de un desalojo, etc. Él estaba siempre presente para brindar su ayuda incondicional.

Arsenio Blanco, había nacido un 24 de noviembre de 1920, en la Capital Federal, en la parte céntrica de la ciudad, meses más tarde, sus padres Manuel Blanco y María Fernández, decidieron trasladarse al tranquilo barrio de Villa del Parque, en ese entonces, año 1921, en una etapa de crecimiento. Cerca de su domicilio, Concordia 2370, se veían todavía las grandes quintas de verduras, y los Hornos de ladrillos que ocupaban amplios sectores de la zona. El joven y pujante matrimonio, con sacrificada labor, y con la clara visión de un promisorio futuro, construyeron su casa propia. Luego el nacimiento de sus hijos que colmaron de alegría ese dichoso hogar: “Manolo”, César, Arsenio, Enrique y Celia.

Transcurridos los años, muchos en verdad, cuando integrábamos la “Junta de Estudios Históricos de Villa del Parque”, nos encontrábamos en diversos lugares de nuestro barrio para recordar tiempos pasados, irrepetibles, porque no podrán volver, pero eso, ayuda a aumentar la nostalgia y la emoción, al evocar los innumerables momentos de felicidad en nuestra niñez, adolescencia y la posterior juventud. Hablábamos de interesantes cosas, y entre ellas, no podían estar ausentes, el primer club infantil que se fundó en nuestra ciudad, “Nueve de Julio”, con su pequeña canchita de fútbol situada en la esquina de Santo Tomé y Concordia, frente al legendario “Chalet del alemán”, que aún existe. Los numerosos clubes del barrio, “Juventud Argentina”, “Glorias del Parque”, “Defensores del Pacífico”, “Juventud Parquense”, “Juventud Argentina Primitivo”, entre otras. Durante los días domingo y feriados, podíamos disfrutar de la presencia, en alguno de los equipos, la actuación de varios astros del balompié nacional en actividad, pertenecientes a la entidades profesionales de aquel momento. También llegaba el recuerdo de los tradicionales bailes familiares en aquellos años, con el acompañamiento de música argentina en su totalidad, con escasa presencia de melodías. Eran otras épocas, que parecen ahora tan lejanas.

En medio de tantos recuerdos, llegaba casi siempre, la historia del enigmático edificio de la calle Campana, denominado “El Castillo de los fantasmas”. En su mención venía aparejado cierto e inocultable temor y, al mismo tiempo, la curiosidad por conocer detalles de su leyenda.

Don Arsenio Blanco, pertenecía a los viejos tiempos de Villa del Parque, cuando nuestro barrio era una permanente e inmensa familia. Alegrías y penas se compartían con la totalidad de sus integrantes, porque existía entre los vecinos una verdadera solidaridad, un comportamiento ideal, afectuoso, donde se desconocía el negativo sentimiento de la indiferencia, porque las acciones prioritarias eran la cordialidad y la cooperación, entre la comunidad parquense.

Hasta aquí, una breve reseña de la trayectoria de un gran amigo y un hombre ejemplar, don Arsenio Blanco.

ISABELINO ESPINOSA

sábado, 6 de marzo de 2010

lucecitas en la noche

"Me mudé a Villa del Parque en 1997, barrio que me gustó desde mis andanzas por el Círculo de Ajedrez de Villa del Parque, unos 15 años antes. Conocí a don Isabelino poco tiempo después de mudarme y recuerdo su evocación del barrio que quiero compartir con los visitantes de su página. Don Isabelino me contaba que en su infancia, Villa de Parque era zona de chacras y baldíos. En las noches sin luna llena sólo se percibían unas lucecitas naranjas interrumpiendo el continuo de la oscuridad. Eran las luces de los hornos de ladrillos (otra de las actividades del barrio) que quedaban prendidos durante la noche, iluminando la penumbra como luciérnagas tenaces. La imagen de su relato quedó en mi recuerdo y vale publicarlo para que no se pierda 'como lágrimas en la lluvia' como supo decir el replicante de Blade Runner".
MARCELO DE BIASE
libretachatarra.com

asado del 28

 


En un asado. San Nicolás y Nogoyá. 1928.

viernes, 5 de marzo de 2010

Emotivas evocaciones. Villa del Parque en el recuerdo.

Cuando el día 19 de agosto pasado, se efectuó el emplazamiento del emblema del barrio en la Plazoleta “Jorge N. Williams”, quizás los que allí estuvieron presentes, no supieron, (por obvias razones), que justamente allí, en un lejano 27 de septiembre de 1930, diez chiquilines, en una improvisada y pequeña canchita de fútbol, disputaron un entretenido y entusiasta partido, mientras “los grandes” jugaban otro encuentro amistoso en los terrenos ubicados junto a “La Calera”, delimitadas por las calles Nazarre, Cuenca, y la Estación Villa del Parque del Ferrocarril “Buenos Aires al Pacífico”, donde momentos después, quedó fundado, mediante una reunión previa, el “Club Social y Deportivo DEFENSORES DEL PACÍFICO”, nombre adoptado en homenaje al lugar donde desde hacía mucho tiempo, un grupo de animosos jóvenes, disfrutaba con la realización de innumerables partidos del deporte más hermoso: el fútbol.

En aquella oportunidad, de la naciente institución, la presidencia fue ejercida por Pedro Tomás, siendo vicepresidente Luis Fernández, secretario Vicente Lapadula (integrante en esa época de la 1ª División del Club COLEGIALES), y en el cargo de tesorero fue elegido Rómulo Bonavotta.

Hoy, denominado “PACÍFICO”, cumple, en este año 2009, sus gloriosos 79 años y es la única entidad (que siempre tuvo fútbol), que aún permanece en nuestro querido barrio en la calle Santo Tomé 3823. Sus colores azul, blanco y amarillo, lucen con arrogancia y belleza en el mástil de los triunfadores…

Finalizando esta sentida evocación, sólo nos resta decir, que uno de los pibes que jugó aquel partido en los terrenos de la actual Plazoleta Williams, es el que firma la presente nota…