viernes, 24 de septiembre de 2010
- PERSONAJES DESTACADOS DE VILLA SANTA RITA - CUANDO EL AUTOMOVILISMO ES PASIÓN…
Cuando el automovilismo es pasión, quien la posee, se alejará en cierto modo, de otros deportes tradicionales como el fútbol, básquet, tenis, rugby, etc. Y aunque sean practicado con frecuencia, el fervor y el entusiasmo por las carreras de autos, y además poder ser partícipes de las mismas, ocupará un lugar preponderante en sus preferencias deportivas. Tal el caso de Joaquín Ignacio Menéndez. Es un “tuerca” de raza, pues quizás haya nacido ostentando esa condición tan particular. Desde la infancia sus familiares advirtieron su admiración por el deporte de los “fierros”. Todos los dibujos suyos eran imágenes de automóviles, que integraban también el plantel de sus juguetes preferidos, porque, sin duda alguna, consistían su mayor atractivo.
Lo entrevistamos recientemente en su domicilio de la calle Concordia en el barrio de Santa Rita. Lo encontramos rodeado de su familia; su madre Celina, su padre Jorge, su hermana María Agustina, y también los amigos María de los Ángeles Lima Barreto y Ezequiel Díaz.
Joaquín Ignacio, nuestro entrevistado, comenzó por expresar su simpatía por los autos Renault, de cuya marca adquirió un coche, al cual le dedica muchas horas de su tiempo, porque con él practica una actividad que lo apasiona: las “picadas”, que realiza con varios de sus amigos en lugares adecuados, como fue en su momento el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires y luego un “Picódromo” en la localidad de Esteban Echeverría. Allí, él y sus ocasionales adversarios, pueden demostrar sus auténticas condiciones y habilidades de conductor de autos a velocidades importantes y arriesgadas, donde la serenidad es uno de los factores a tener en cuenta, más alla de la calidad manejo indispensable en esta disciplina que tiene en la actualidad innumerables aficionados en nuestro país.
Al despedirnos, le deseamos a Joaquín Ignacio Menéndez, que sus apetencias por el riesgo y la velocidad, obtengan a corto plazo, el premio a sus anhelos, concretando logros importantes dignos de mención, y el más emotivo aplauso de quienes son sus adeptos e incondicionales admiradores.
Lo entrevistamos recientemente en su domicilio de la calle Concordia en el barrio de Santa Rita. Lo encontramos rodeado de su familia; su madre Celina, su padre Jorge, su hermana María Agustina, y también los amigos María de los Ángeles Lima Barreto y Ezequiel Díaz.
Joaquín Ignacio, nuestro entrevistado, comenzó por expresar su simpatía por los autos Renault, de cuya marca adquirió un coche, al cual le dedica muchas horas de su tiempo, porque con él practica una actividad que lo apasiona: las “picadas”, que realiza con varios de sus amigos en lugares adecuados, como fue en su momento el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires y luego un “Picódromo” en la localidad de Esteban Echeverría. Allí, él y sus ocasionales adversarios, pueden demostrar sus auténticas condiciones y habilidades de conductor de autos a velocidades importantes y arriesgadas, donde la serenidad es uno de los factores a tener en cuenta, más alla de la calidad manejo indispensable en esta disciplina que tiene en la actualidad innumerables aficionados en nuestro país.
Al despedirnos, le deseamos a Joaquín Ignacio Menéndez, que sus apetencias por el riesgo y la velocidad, obtengan a corto plazo, el premio a sus anhelos, concretando logros importantes dignos de mención, y el más emotivo aplauso de quienes son sus adeptos e incondicionales admiradores.
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