viernes, 25 de febrero de 2011

Tragedia y Misterio en el Castillo (XIV)

HECHOS Y SITUACIONES INSOLITAS

La señora Rosario Velasco en diversas oportunidades dio a conocer interesantes anécdotas e importantes sucedidos, a los que tuvo acceso durante su estadía como empleada de la mansión de la calle Campana, desde 1925 hasta el fin del año 1929. Mencionaba en sus recuerdos de aquella época, pasajes inéditos de su vida y de su entorno. Escuchó relatos espeluznantes y casi increíbles de parte de algún protagonista de actos ocurridos en el barrio parquense, mientras efectuaba su tarea diaria. Así pudo enterarse, de grandes e inimaginables secretos del "Castillo de los Fantasma".

Allí y mediante la palabra de un recordado vecino de la zona, don Domingo Russomando (luego directivo del "Club Villa del Parque" de la calle Nogoyá 3045). Por él se supo la fecha exacta en la cual el matrimonio de Rafael Giordano y Vittoria d'Olivi partió hacia Europa, fue el 7 de octubre de 1913. Siempre se afirmó que la única causa de tal alejamiento había sido la irreparable pérdida de su hija Lucía y su esposo Ángel Lemos en el conocido accidente, pero después hubo un motivo adicional en esa decisión que daremos a conocer en los presentes relatos.

Aparentemente don Rafael y su esposa Vittoria, que luego de la tragedia pasaron a domiciliarse en una casona de la calle Tucumán entre Carlos Pellegrini y Cerrito, sufrieron momentos preocupantes.

De acuerdo a dichos del Sr. Russomando (su padres eran amigos de la pareja) ocurrió algo inesperado, confuso e inverosímil. Transcurrían los primeros días del mes de abril de 1913 y se cumplían ya dos años de la desaparición de los novios. Sus padres que nunca antes habían vivido situaciones raras o misteriosas, de pronto, en determinada hora de la madrugada mientras descansaban en su confortable dormitorio, oyeron en medio de un total silencio, un inexplicable y leve ruido, semejante al que produce una puerta al abrirse. Despertaron bruscamente, encendieron la luz de la habitación y no hallaron la causa del inesperado sonido.

Todo estaba en orden y nada anormal se advertía en su alrededor. A pesar del natural nerviosismo del momento intentaron dormir nuevamente sin conseguirlo. Y mientras comentaban lo sucedido minutos antes, otro hecho deslumbrante y sin explicación alguna sucedió en el mismo lugar. Fue la súbita aparición de una figura femenina, transparente, espectral, junto a la de un joven que la acompañaba. La etérea imagen de ambos les resultaba familiar, muy conocida y amada. Rafael y Vittoria no dudaron un solo instante, era Lucía, su idolatrada hija y su esposo Ángel, qué venían a su encuentro. El matrimonio a su vez no podía creer lo que estaba pasando.

Don Rafael, según su posterior testimonio, mantenía una tranquilidad aparente que se transformó enseguida en nerviosa curiosidad: "¿cómo puede suceder esto? ¿estaré volviéndome loco?", pensó en voz alta y dirigiéndose a esa aparición dijo casi a gritos: "¡Lucía!, ¡Ángel!, ustedes están muertos desde hace dos años, no me explico cómo están ahora aquí. ¡esto es totalmente imposible!”. Y continuó hablándoles, mientras los jóvenes lo miraban fijamente, en apariencia, sin darle mayor importancia a su estado de ánimo.

Mientras tanto la señora Vittoria observaba la escena sin poder articular una sola palabra, apoyada sobre una de las paredes de la habitación y a punto de desmayarse.
Recordaba don Rafael, luego, que en cierto momento dijo: ¿puedo saber cómo consiguieron dejar el denominado "mundo espiritual" y presentarse aquí de esa manera?

Sin hacerse esperar Ángel respondió: “Guiados por seres superiores del ‘otro mundo’ como lo nombran ustedes, venimos a la Tierra frecuentemente”.

“Nos esforzamos por hacer notar nuestra presencia pero casi siempre todo es en vano. Los humanos aún carecen del sentido de percepción necesario para saber cuando estamos a su lado, deseando entablar una comunicación, por ahora eso parece irrealizable. Transcurrirán, tal vez, millones de siglos para que ello sea un hecho normal. Hoy por un designio divino lo hemos conseguido, es un verdadero ‘milagro’, nombre que dan ustedes a los sucesos que no comprenden totalmente, y que están rodeados de cierto misterio”.

Inmediatamente Lucía expresó: "Este {viaje} lo realizamos porque en poco tiempo, con la ayuda de venerados espíritus hemos alcanzado cierta purificación. Es una etapa que toda alma debe pasar. Todos seremos juzgados por Dios alguna vez, y de acuerdo a lo que hayamos hecho durante la existencia terrenal, sentiremos la dicha infinita o los sufrimientos de angustiosos pesares".

Lucía hizo una leve pausa y dijo: "Es el momento de retirarnos... recen siempre por nosotros… debo recordarles que para lograr la paz que anhelan, tendrán que alejarse definitivamente del lugar donde residen y volver a la patria que los vio nacer”. Después de estas palabras, las figuras de ambos jóvenes, volátiles, transparentes, desaparecieron simultáneamente sin dejar ningún rastro visible.

Pasaron algunos días, la impresión recibida por los padres de Lucía se mantenía intacta. No era para menos, sin embargo, a nadie contaron lo sucedido, lo hicieron al transcurrir cierto tiempo. Sus auténticos relatos no fueron aceptados por muchos que dudaban de su veracidad, otros, en cambio, creyeron totalmente todo lo acontecido. La libertad de creer o no, siempre está vigente en la existencia de todo ser humano. Dice el refrán "Gustos y opiniones hay miles de millones".

Cuenta la historia que Rafael Giordano y Vittoria D'Olivi decidieron finalmente retornar a su Italia natal para nunca más volver.

lunes, 21 de febrero de 2011

coro de la innovación busca voces

Pasamos el dato de nuestros amigos, para los vecinos de Villa del Parque y alrededores: el “Coro de la Innovación”, los invita a participar en su 25º temporada.

Requisitos: muy buena onda, afinación y compromiso con el trabajo.

Dentro de los proyectos de este año (al igual que desde el 2007) participaremos del Encuentro Internacional de Orquestas Juveniles en el Luna Park, con 1500 instrumentistas y 500 coreutas en escena.

Algunos temas de nuestro repertorio 2011:
-I still haven't found I'm looking for (U2)

-El mareo (Bajofondo Tango Club - Gustavo Santaolalla)

-Para no olvidar (Andrés Calamaro)

-El viento trae una copla (Bersuit Vergarabat)

-Muchacha ojos de papel (Luis Alberto Spinetta)

-Corazón espinado (Santana)

-Pa' Mayté (Carlos Vives)

-Adagio (T. Albinoni)

-Tinta roja (S. Piana - C.Castillo)
Para vernos en You Tube:

“Pa' Mayté” de Carlos Vives



“El olé” del film español "Las cosas del querer"



“Va Penciero” de G. Verdi



Ensayos: en la sede de la Asociación Vecinal y Biblioteca Popular Villa del Parque, Baigorria 3373, CABA (a media cuadra de la plaza de Villa del Parque) todos los miércoles desde el 2 de Marzo de 19.45 hs. a 22 hs.

sábado, 19 de febrero de 2011

“EL MONO” GATICA, SU GLORIA Y SU DRAMA

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Había nacido en Villa Mercedes, provincia de San Luis. Siendo muy pequeño llegó a Buenos Aires. José María Gatica pasó una infancia de suma pobreza, al correr el tiempo la suerte estuvo de su lado al hallar en el boxeo la forma de eludir la miseria que lo acosaba. En los momentos de mayor indigencia vendía golosinas, lustraba zapatos, y a veces concurría a “La Misión Inglesa” un instituto en el cual encontraba la manera de ganar unos centavos boxeando con otros pibes de su edad. En ese lugar logró conocer a Lázaro Koci, que al notar sus óptimas condiciones para el deporte de los puños, lo llevó a la Federación Argentina de Box para las primeras prácticas.

Fuerte, valiente, agresivo, comenzó a ganar fama entre los aficionados que concurrían masivamente a sus peleas. Aquel chiquilín flacucho de antaño se había transformado en un potente púgil respetado y también elogiado por sus colegas.

Por sus condiciones siguió ascendiendo por los peldaños de la gloria. Campeón argentino (1944), y en ese mismo año en la ciudad de Lima se consagró campeón latinoamericano. Al año siguiente fue campeón “Guantes de Oro”….

Dejó el amateurismo, y el 7 de diciembre de 1945 hizo su debut como profesional frente a Leopoldo Mayorano al que noqueó en el primer round. Mantuvo su racha invicta hasta el 12 de abril de 1947, cuando en su undécima pelea profesional enfrentó a su más encumbrado adversario; Alfredo Prada, quien lo derrotó en el sexto capítulo por fuera de combate.

Gatica – Prada fue un clásico del boxeo nacional, como en el fútbol; River –Boca, San Lorenzo-Huracán, Racing-Independiente. Ya se habían encontrado dos veces en un ring cuando ambos eran amateurs; José María Gatica ganó en una ocasión y en la otra fue Alfredo Prada quién se quedó con al victoria.

“El Mono” ya había sacado “patente” de ídolo, a nadie le importó que era semianalfabeto, vanidoso, soberbio, noctámbulo, y siempre dispuesto a burlarse de los demás. Legiones de admiradores lo seguían por todas partes, que aplaudían hasta sus más inverosímiles excentricidades y le aprobaban las bromas más tremendas.

Transitaba por la senda de la gloria, y en esa época de esplendor, buscó el desquite de todo lo que antes le habían negado. Trajes costosos, alhajas, mujeres hermosas, amigos, bebidas, y los excesos que el dinero puede brindar. Por ser famoso y rico muchos fueron los que se le acercaron, y la mayoría de ellos recibieron el desdén y el desprecio como respuesta. Su inconsciente imaginación lo hizo sentir casi un superhombre, y se daba el gusto de la gran bofetada a los poderosos. A Gatica su triste pasado le sirvió para juntar odio contra la injusticia social, ahora él era un triunfador, un potentado, y podía conducir un “Mercury” convertible con tapizado de piel de leopardo, y encender un cigarro habano con un papel de mil pesos…

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El 5 de enero de 1951 en Nueva York recibió una dura lección, “El Mono Gatica” perdió con el campeón mundial de los livianos, el negro Ike Williams, Apenas un round duró la pelea. Tres ganchos de izquierda provocaron sendas caídas del argentino, y luego el esperado nocaut. Después el 16 de septiembre de 1953 perdió por fuera de combate frente a su eterno rival Alfredo Prada en seis vueltas. Comenzaba su decadencia. Pasó el tiempo y llegó el fin de su carrera pugilística. La miseria como en los comienzos de su existencia volvió junto a él, sin embargo no se rindió, luchó por el sustento diario, y aunque estaba vencido definitivamente, no se rebeló jamás…

José María Gatica idolatrado, millonario, con una de las vidas más azarosas de un astro del boxeo, cayó para siempre el 12 de noviembre de 1963 a los 38 años, atropellado por un colectivo de la línea 295 en la esquina de Herrera y Luján, en el barrio de Barracas. Venia de vender muñequitos en la cancha de Independiente para ayudar a un amigo que se dedicaba a ese negocio.

El destino determinó que el fin de sus días tuvieron lugar lejos de las luces del centro de la gran urbe porteña, que encandilaron sus momentos más gloriosos.

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En Villa del Parque, antiguos vecinos recuerdan que a las instalaciones del club Pacífico ubicado en San Nicolás 2352, concurría Gatica a mediados de la década de 1950 para efectuar entrenamientos con aficionado al boxeo de la zona. Gran cantidad de público asistía a las prácticas del ídolo, que según las opiniones de aquel entonces, ya comenzaba a transitar por la senda de la declinación, posibilidad que él mismo no admitía por su especial característica personal que lo acompañó siempre durante su muy particular existencia…

martes, 15 de febrero de 2011

Tragedia y Misterio en el Castillo (XIII)

UNA NUEVA EMPLEADA: LA SEÑORA ROSARIO VELASCO (1925)

Fue en el año 1925 según la leyenda, cuando el castillo estuvo ocupado por una adinerada familia, quizás en esos momentos arrendataria del edificio (nunca quedó claro esa situación). Como primera medida, trajeron el personal doméstico que necesitaban: dos mucamas, una cocinera con su ayudante, dos jardineros y un chofer.

Comenzaron con sus tareas diarias, demostrando entusiasmo y dedicación, a la vez recibieron de sus patrones; buen trato, amabilidad y respeto. Finalizados los trabajos de cada día debían albergarse en la parte alta de la edificación. Transcurrieron algunas semanas sin novedades importantes, todo se desarrollaba normalmente, hasta que de pronto un día antes del amanecer ocurrió algo insólito y sorpresivo. Los servidores de la casa salieron despavoridos de sus habitaciones con sus rostros desencajados por el terror. Decían haber visto figuras horribles que avanzaban y luego desaparecían traspasando las paredes de manera increíble. El espectro de un hombre que aparentemente se había suicidado ahorcándose. También se oían pasos, ruidos extraños y confusos.

Todos coincidían en sus declaraciones manifestando que al encenderse las luces el silencio era total, pero al llegar la oscuridad volvían a presentarse las escenas antedichas. Los trabajadores, ante la incredulidad de los dueños de casa, invitaban a éstas personas a subir a los lugares donde en determinados momentos se desarrollaban situaciones tan tremendas, pero ellos con pueriles disculpas y motivos poco serios, se negaron siempre a cumplimentar el pedido de sus servidores: ¿miedo, preocupación? Por todo lo expresado, el personal renunciaba a sus tareas, y a los pocos días otros ocupaban su lugar, que por las mismas razones también se alejaban del castillo.

Fue entonces cuando sus ocupantes decidieron realizar una nueva prueba para tomar la servidumbre. Se contrataría esta vez a una sola persona ajena totalmente al barrio. Es decir, que ignorase lo que supuestamente sucedía en el edificio a determinadas horas, luego sacarían las debidas conclusiones. Para tal fin se comunicaron con unos amigos radicados en la provincia de Mendoza. Estos a su pedido arreglaron condiciones de trabajo y sueldo a percibir en Buenos Aires, con una atractiva y agradable mujer de aproximadamente 35 a 40 años de edad, que inmediatamente aceptó el ofrecimiento, partiendo enseguida hacia nuestra Capital, arribando a la estación Retiro un día por la mañana. Un taxi la acercó hasta el castillo iniciando rápidamente sus tareas domésticas. Cerca de las diez de la noche se retiró a su pequeña pieza en los altos del edificio. Estaba feliz porque le agradaba el trato cordial y respetuoso de sus empleadores, y ellos a su vez conformes con su labor de esa jornada.

Cansada quizás por el extenso trayecto efectuado desde su provincia, y por el trabajo realizado durante ese día, la señora prontamente se quedó dormida. Habían pasado algunas horas, según sus posteriores relatos, cuando le pareció oír el llanto de una mujer. Pensó que todo era producto de una pesadilla y volvió a dormirse. Despertó bruscamente al sentir que una mano helada tocaba su frente y sus mejillas, al mismo tiempo que veía claramente una figura cadavérica sentada en el borde de su cama. Gritó espantada pidiendo auxilio, y sin recordar como lo hizo contó después, que salió apresuradamente de ese tétrico lugar, y aterrorizada fue en busca de los dueños de casa que trataban de calmarla minimizando lo ocurrido, pero sin acudir al sitio donde aparentemente se planteaban esas increíbles situaciones. De ese modo nunca lograrían corroborar o desmentir los hechos, que eran similares a los relatos de otras personas que habían trabajado allí por tiempo antes.

La señora Rosario Velasco ya tenía una resolución tomada: abandonar esa casa embrujada a pesar de sentirse cómoda con su ocupación y con el trato recibido de parte de sus empleadores. Ellos también por su lado deseaban retenerla por estar conformes con su desempeño, y luego con el ambiente más calmado y tras una prolongada conversación, pudieron convencerla para que continuase a su servicio, acordando finalmente que se alojara en el barrio pero fuera de esa residencia después de cumplir con su labor diaria. No obstante de quedar firme ese convenio, la señora Rosario no aceptó permanecer allí hasta el día siguiente, y se retiró del lugar en una fría madrugada del mes de julio de 1925, sin querer oír a quienes le aconsejaban quedarse por lo menos un día más. Su incontrolable decisión de caminar sola por la zona en esas horas inadecuadas en busca de un hospedaje, tuvo sin dudas un premio. Sin rumbo fijo recorrió varias calles del barrio llamando al azar a las puertas de distintos domicilios sin el éxito esperado. Llegó finalmente y de manera casual a la casa de una familia que ubicó durante su itinerario. Después de ser atendida cortésmente y escuchando con atención su pedido, los dueños de esa propiedad le ofrecieron para residir en lo sucesivo, una habitación no muy amplia pero confortable, cedida primeramente sin cargo. Luego de algunas semanas y con la conformidad de ambas partes, se le adjudicó un pequeño alquiler.

La vivienda estaba situada en la calle Concordia 2327 entre Arregui y Santo Tomé. Por varios años fue inquilina en ese lugar mientras tuvo su ocupación en el castillo de la calle Campana, al que admiraba con sinceridad a pesar de haber pasado allí momentos preocupantes y misteriosos. Hablaba de él con orgullo, y a menudo manifestaba que le habría gustado estar presente en los tiempos de la boda de Lucía y Ángel, y disfrutar del espectáculo único de observar en medio de una oscura noche, al castillo totalmente iluminado ofreciendo su hermosa y colosal figura a los ojos embelesados de los habitantes de Villa del Parque

jueves, 3 de febrero de 2011

-QUINQUENIO 1925 – 1930 – Villa del Parque en el recuerdo

En aquellos lejanos tiempos, el cine sonoro argentino era una hermosa utopía difícil de concretar. Las películas norteamericanas copaban sin inconvenientes, la pantalla de todos los cines de nuestra Capital Federal, y los artistas del citado país del norte, eran ídolos de la población porteña. Diarios y revistas ocupaban espacios importantes de sus ediciones, comentando todo lo relacionado con la producción fílmica del cine “yanki” y en todos los cines capitalinos, grandes fotos de artistas de ese origen, cubrían sus instalaciones. La fábrica de chocolatines “KELITO”, también los hacía conocer, mediante la colocación de sus imágenes en cada tableta del dulce y apetitoso producto. La extensa nómina es la siguiente:

Charles Chaplin, Stan Laurel y Oliver Hardey, Ben Turpin, Harold Lloyd, Buster Keaton, Jackie Coogan, Pola Negri, Tom Mix, Tim Mac Coy, Glroia Swanson, Greta Garbo, Marlene Dietrich, Carole Lombard, Bette Davis, Mirna Loy, Joan Crawford, Josefina Baker, Clara Bow, Theda Bara, Shirley Temple, Lupe Vélez, Dolores del Rio, Conchita Piquer, José Mojica, Ramón Novarro, Maurice Chevallier, Barry Norton, John y Lionel Barrymore, John Gilbert, Franchot Tone, Johny Weismuller, Imperio Argentina, Douglas Fairbanks, Rodolfo Valentino, Ricardo Cortez, Antonio Moreno, Adolpe Menjou, Lon Chaney, Richard Dix, Virginia Bruce, Jimmy Durante, Richard Barthelmess, Gary Cooper, Conrado Vidt, Wallace Beery , Mary Pickford, Silvia Sidney, Anita Page, Robert Young, Janet Gaynor, George O’Brien, Clarence Vidor, Collen Moore, Claudette Colbert, Norma y Constance Talmadge, Emil Jannnings, Lillian Gish, Norma Shearer, Joan Benett, Jeannette Mac Donald, Brian Sherne, Lew Ayres, John Wray, Fredric March.