jueves, 1 de agosto de 2013
LA FAMOSA “BARRA DE LA GOMA” DE SAN LORENZO DE ALMAGRO
Corría el año 1927, la “ASOCIACIÓN AMATEURS ARGENTINA DE FOOTBALL” había organizado el correspondiente torneo oficial de esa temporada con 34 equipos inscriptos, donde se podía advertir la presencia de los cinco clubes llamados grandes: INDEPENDIENTE, RACING, RIVER PLATE, BOCA JUNIORS y SAN LORENZO DE ALMAGRO.
Esta última institución había presentado en esa ocasión, un equipo con hábiles delanteros con gran capacidad goleadora, y una defensa impenetrable y segura en todos sus aspectos. De esa forma disputaba todos sus partidos, ya sea de local como de visitante, aún soportando en algún determinado partido, cuestionados arbitrajes…
Los simpatizantes rivales cuando SAN LORENZO enfrentaba a sus equipos preferidos, palpitando el resultado final, ni siquiera admitían un empate y menos todavía un triunfo de sus colores, temiendo una goleada “azulgrana”. Sentían una especie de pánico.
Así fueron transcurriendo las fechas de ese campeonato, y el equipo de Boedo parecía invencible, con el apoyo total de su numerosa hinchada seguía su ruta triunfal y consagratoria. Seguidamente estaba situado el equipo de Boca Juniors que también pretendía lograr el torneo. River Plate, Independiente y Racing aparecían muy distanciados de las primeras colocaciones, y mucho más lejos se hallaba Huracán, pero los hinchas de este club y los de barrio de La Boca de aquel tiempo, pensaron en utilizar un método que creían infalible, para hacer perder los partidos a los poderosos “GAUCHOS DE BOEDO”. Se trataba de una acción repudiable y negativa, una auténtica locura.
Se colocaban detrás del arco que defendía Orio portando las llamadas “hondas” o “gomeras”, con las cuales arrojaban al arquero toda clase de pequeños proyectiles (tornillos, remaches, piedritas de arena, etc.). Lo hacían preferentemente durante los tiros de esquina, apuntando también a los demás defensores sanlorencistas.
Los hinchas del club de Boedo reaccionaron inmediatamente, y al advertir tales hechos organizaron la denominada “BARRA DE LA GOMA”. Sus integrantes utilizaban las cámaras de goma de las ruedas de bicicletas, ataban con alambre uno de sus extremos, y las rellenaban con arena. Después cada uno colocaba ese elemento alrededor de su cintura, disimulado debajo del saco, también utilizaban cachiporras de goma (de ahí se sacó el nombre identificatorio). De común acuerdo, todos se mezclaban entre las hinchadas contrarias que atacaban, y cuando éstas comenzaban su “trabajo”, aparecían sin aviso previo y con la sola intención de defender a sus jugadores, reprimían con violentos golpes a la maldad y cobardía de esos enfurecidos y trastornados personajes.
La famosa “BARRA DE LA GOMA” de SAN LORENZO DE ALMAGRO, dejó de actuar el mismo año que fue creada (1927). El equipo del club de Avenida la Plata ye era campeón, sumando como los demás dos puntos por cada partido ganado. De ese modo logró 26 triunfos, 5 empatados y sólo dos derrotas en los 33 encuentros disputados, siendo el plantel más goleador del torneo con 84 tantos, y pocos goles en contra: 26. Una campaña realmente espectacular, reconocida por todo el periodismo deportivo de aquella época.
FORMACIÓN DEL EQUIPO: Orio; Omar y Enrique Monti; Lujambio, Luis Monti y Fossa; Carricaberry, Acosta, Maglio; Diego García y Foresto.
El que firma este relato histórico, en aquel recordado 1926, tenía solamente ocho años de edad y concurría a presencia lo partidos acompañado de su padrino don Daniel García, que siempre tomaba debida nota de lo que ocurría en cada fecha…
Esta última institución había presentado en esa ocasión, un equipo con hábiles delanteros con gran capacidad goleadora, y una defensa impenetrable y segura en todos sus aspectos. De esa forma disputaba todos sus partidos, ya sea de local como de visitante, aún soportando en algún determinado partido, cuestionados arbitrajes…
Los simpatizantes rivales cuando SAN LORENZO enfrentaba a sus equipos preferidos, palpitando el resultado final, ni siquiera admitían un empate y menos todavía un triunfo de sus colores, temiendo una goleada “azulgrana”. Sentían una especie de pánico.
Así fueron transcurriendo las fechas de ese campeonato, y el equipo de Boedo parecía invencible, con el apoyo total de su numerosa hinchada seguía su ruta triunfal y consagratoria. Seguidamente estaba situado el equipo de Boca Juniors que también pretendía lograr el torneo. River Plate, Independiente y Racing aparecían muy distanciados de las primeras colocaciones, y mucho más lejos se hallaba Huracán, pero los hinchas de este club y los de barrio de La Boca de aquel tiempo, pensaron en utilizar un método que creían infalible, para hacer perder los partidos a los poderosos “GAUCHOS DE BOEDO”. Se trataba de una acción repudiable y negativa, una auténtica locura.
Se colocaban detrás del arco que defendía Orio portando las llamadas “hondas” o “gomeras”, con las cuales arrojaban al arquero toda clase de pequeños proyectiles (tornillos, remaches, piedritas de arena, etc.). Lo hacían preferentemente durante los tiros de esquina, apuntando también a los demás defensores sanlorencistas.
Los hinchas del club de Boedo reaccionaron inmediatamente, y al advertir tales hechos organizaron la denominada “BARRA DE LA GOMA”. Sus integrantes utilizaban las cámaras de goma de las ruedas de bicicletas, ataban con alambre uno de sus extremos, y las rellenaban con arena. Después cada uno colocaba ese elemento alrededor de su cintura, disimulado debajo del saco, también utilizaban cachiporras de goma (de ahí se sacó el nombre identificatorio). De común acuerdo, todos se mezclaban entre las hinchadas contrarias que atacaban, y cuando éstas comenzaban su “trabajo”, aparecían sin aviso previo y con la sola intención de defender a sus jugadores, reprimían con violentos golpes a la maldad y cobardía de esos enfurecidos y trastornados personajes.
La famosa “BARRA DE LA GOMA” de SAN LORENZO DE ALMAGRO, dejó de actuar el mismo año que fue creada (1927). El equipo del club de Avenida la Plata ye era campeón, sumando como los demás dos puntos por cada partido ganado. De ese modo logró 26 triunfos, 5 empatados y sólo dos derrotas en los 33 encuentros disputados, siendo el plantel más goleador del torneo con 84 tantos, y pocos goles en contra: 26. Una campaña realmente espectacular, reconocida por todo el periodismo deportivo de aquella época.
FORMACIÓN DEL EQUIPO: Orio; Omar y Enrique Monti; Lujambio, Luis Monti y Fossa; Carricaberry, Acosta, Maglio; Diego García y Foresto.
El que firma este relato histórico, en aquel recordado 1926, tenía solamente ocho años de edad y concurría a presencia lo partidos acompañado de su padrino don Daniel García, que siempre tomaba debida nota de lo que ocurría en cada fecha…
domingo, 5 de mayo de 2013
la voz de los barrios: susana costa
Nuevo programa de “La Voz de los Barrios” con Fernando Larocca e Isabelino Espinosa. Invitada de hoy: Susana Costa, vecina e historiadora de Villa Devoto.
lunes, 29 de abril de 2013
la voz de los barrios: josé carlos micko
Nueva emisión de "La Voz de los Barrios", el programa de Fernando Larocca e Isabelino Espinosa. Invitado de hoy: José Carlos Micko, vecino e historiador de Villa Real.
sábado, 20 de abril de 2013
sergio baldassini en "la voz de los barrios"
Segundo programa de "La Voz de los Barrios" con Fernando Larocca e Isabelino Espinosa. Invitado de hoy, el maestro Sergio Baldassini, director del "Coro de la Innovación".
domingo, 14 de abril de 2013
la voz de los barrios
Compartimos el primer programa de "La Voz de los Barrios", el programa de radio por Internet, con Fernando Larocca e Isabelino Espinosa. Esperamos los comentarios y la difusión del programa. Muchas gracias a todos.
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jueves, 21 de marzo de 2013
LA SONRISA
Nadie ignora, que sonreír es reírse levemente, y también sabemos que tal actitud aleja de nosotros los seres humanos, el ritual de pesares y angustias que nos priva de la felicidad y la alegría. Sonreír es como anunciar que estamos dispuestos a transitar por la senda positiva de nuestra existencia, y alejar definitivamente pensamientos negativos y deplorables, que solo aportan odios y maldades.
Un rostro sonriente es una expresión agradable, que siempre irradia una especie de irresistible magnetismo que es casi imposible eludir.
Una verdad absoluta no indica constantemente, que una sonrisa es un arma poderosa de autodefensa contra el mundo hostil que nos ataca cotidianamente, sin piedad.
Es muy fácil comprobar cuánto más se logra con una simple y simpática sonrisa en los labios, sin duda, es un infalible pasaporte al deseado éxito, a la buena voluntad, y además, nos ayudará a soportar los malos momentos de nuestro destino, y es la forma de enviarle impulsos positivos a nuestra alma que nunca nos abandona…
ISABELINO ESPINOSA
Un rostro sonriente es una expresión agradable, que siempre irradia una especie de irresistible magnetismo que es casi imposible eludir.
Una verdad absoluta no indica constantemente, que una sonrisa es un arma poderosa de autodefensa contra el mundo hostil que nos ataca cotidianamente, sin piedad.
Es muy fácil comprobar cuánto más se logra con una simple y simpática sonrisa en los labios, sin duda, es un infalible pasaporte al deseado éxito, a la buena voluntad, y además, nos ayudará a soportar los malos momentos de nuestro destino, y es la forma de enviarle impulsos positivos a nuestra alma que nunca nos abandona…
ISABELINO ESPINOSA
martes, 12 de marzo de 2013
- EL MÁXIMO ESPLENDOR Y LA DECADENCIA DEL TANGO -
El tango, desde hace varias décadas, no es ningún descubrimiento de nuestra parte, viene barranca abajo, se descorazona, porque está desvirtuado en su poesía, en su música. Se lo ha intelectualizado y no mantiene su tradicional esencia. La mentada evolución, lamentablemente, lo ha alejado de lo popular perjudicándolo notoriamente.
Reformaron la canción ciudadana en su letra y en su música. Ya no hay quién escriba como lo hacían Discépolo, Celedonio Flores, Cadícamo, Cátulo Castillo y tantos otros buenos autores, y también escasean los compositores de la talla de Julio De Caro, Pedro Mafia, Juan Carlos Cobián, Francisco Canaro y algunos más, que con innegable buen gusto, sencillez y jerarquía, lograban melodías inolvidables que pasearon en triunfo por todos los rincones del mundo. Nuestro querido “gotán” era incuestionablemente una de las músicas populares de mayor arraigo. Orquestas argentinas obtenían resonantes éxitos en el exterior y aquí era la música que acaparaba la atención de todo el pueblo, porque nos identificaba plenamente y nos reconocíamos en ella. ¿Qué ha pasado entonces? ¿Cuáles son las causas de la pérdida de su posición de privilegio?
Ya lo dijimos, se lo ha desvirtuado. No se dieron cuenta los “reformistas”, que el tango debe expresar cómo somos y qué pensamos los porteños. Sus versos, descartando lo burdo y chabacano, deben siempre hablar de la viada misma, de los problemas e inquietudes cotidianas, de las alegrías y tristezas del habitante de Buenos Aires, pero si los poetas y los compositores persisten en su idea de realizar su cometido sin verdadera autenticidad y sencillez, no llegarán jamás a la sensibilidad del pueblo. El tango perdió su idioma propio, su imagen y el argumento que lo había hecho famoso. Tampoco se ha enriquecido poéticamente, ni es probable que haya mejorado su calidad musical, pero evidentemente, anuló la simpleza de su melodía anterior, es que era fácilmente capturada por el oyente común que lo silbaba o tarareaba sin dificultad.
-LOS CANTORES-
Nuestra canción ciudadana, debemos reconocerlo sin ninguna duda, desde la desaparición de Gardel y de los cantantes de su época, retrocedió notablemente. Bien sabemos que “El Morocho” tan natural, simple y expresivo, no ha dejado discípulos., ni los dejaron los demás intérpretes de aquel entonces. La actual canción criolla no tiene ídolos absolutos, prueba irrefutable que nadie es capaza de monopolizar la atención popular. Existen, no lo podemos negar, cancionistas y cantores que poseen excelente voz, pero carecen de una real calidad interpretativa, aquella que transmite con elocuencia, la emoción amorosa, el dramatismo, la nostalgia o la picardía que cada letra contiene. Es por eso que el recuerdo de aquel tiempo lejano y glorioso del tango argentino se hace inevitable. Siempre se siente la necesidad de evocar a quienes con su canto lograban expresar toda la gama de sentimientos, con una mesura y una calidad inigualables. Esa es la causa por la cual no han pasado al olvido, se los escucha con renovado interés, porque han sido, bien lo sabemos, los que elevaron el tango a un honroso pedestal del que jamás debió ser desplazado…
ISABELINO ESPINOSA
Reformaron la canción ciudadana en su letra y en su música. Ya no hay quién escriba como lo hacían Discépolo, Celedonio Flores, Cadícamo, Cátulo Castillo y tantos otros buenos autores, y también escasean los compositores de la talla de Julio De Caro, Pedro Mafia, Juan Carlos Cobián, Francisco Canaro y algunos más, que con innegable buen gusto, sencillez y jerarquía, lograban melodías inolvidables que pasearon en triunfo por todos los rincones del mundo. Nuestro querido “gotán” era incuestionablemente una de las músicas populares de mayor arraigo. Orquestas argentinas obtenían resonantes éxitos en el exterior y aquí era la música que acaparaba la atención de todo el pueblo, porque nos identificaba plenamente y nos reconocíamos en ella. ¿Qué ha pasado entonces? ¿Cuáles son las causas de la pérdida de su posición de privilegio?
Ya lo dijimos, se lo ha desvirtuado. No se dieron cuenta los “reformistas”, que el tango debe expresar cómo somos y qué pensamos los porteños. Sus versos, descartando lo burdo y chabacano, deben siempre hablar de la viada misma, de los problemas e inquietudes cotidianas, de las alegrías y tristezas del habitante de Buenos Aires, pero si los poetas y los compositores persisten en su idea de realizar su cometido sin verdadera autenticidad y sencillez, no llegarán jamás a la sensibilidad del pueblo. El tango perdió su idioma propio, su imagen y el argumento que lo había hecho famoso. Tampoco se ha enriquecido poéticamente, ni es probable que haya mejorado su calidad musical, pero evidentemente, anuló la simpleza de su melodía anterior, es que era fácilmente capturada por el oyente común que lo silbaba o tarareaba sin dificultad.
-LOS CANTORES-
Nuestra canción ciudadana, debemos reconocerlo sin ninguna duda, desde la desaparición de Gardel y de los cantantes de su época, retrocedió notablemente. Bien sabemos que “El Morocho” tan natural, simple y expresivo, no ha dejado discípulos., ni los dejaron los demás intérpretes de aquel entonces. La actual canción criolla no tiene ídolos absolutos, prueba irrefutable que nadie es capaza de monopolizar la atención popular. Existen, no lo podemos negar, cancionistas y cantores que poseen excelente voz, pero carecen de una real calidad interpretativa, aquella que transmite con elocuencia, la emoción amorosa, el dramatismo, la nostalgia o la picardía que cada letra contiene. Es por eso que el recuerdo de aquel tiempo lejano y glorioso del tango argentino se hace inevitable. Siempre se siente la necesidad de evocar a quienes con su canto lograban expresar toda la gama de sentimientos, con una mesura y una calidad inigualables. Esa es la causa por la cual no han pasado al olvido, se los escucha con renovado interés, porque han sido, bien lo sabemos, los que elevaron el tango a un honroso pedestal del que jamás debió ser desplazado…
ISABELINO ESPINOSA
miércoles, 20 de febrero de 2013
EL ARTE DE LA CONVERSACIÓN
Quizás los argumentos y el contenido de la presente nota, tendríamos que ubicarlos en el rubro de las RELACIONES PÚBLICAS, una actividad que establece claramente y sin lugar a duda, los alcances y el provecho que todos podemos extraer a través de la amistad y la simpatía.
Diariamente intercambiamos con otras personas, ya sea mediante una conversación simple, amena, constructiva, o por el contrario, polemizando con firmeza frente a otras formas de pensar. En todos los casos nos debe interesar prioritariamente dejar una buena imagen en nuestro ocasional interlocutor, y hacer posible un vínculo de agradable convivencia, y para lograr tal propósito, no deberíamos olvidar algunas indicaciones que la experiencia de los años vividos nos ha enseñado.
En un diálogo correcto y positivo no tendría que estar ausente una auténtica sinceridad, es decir, la fidelidad a los hechos que se relatan, procurando ser breves, y exponer correctamente las propias opiniones, aceptando como corresponde las razones ajenas. Por otra parte para que una conversación sea una modalidad agradable, debe existir un absoluto respeto hacia el eventual interlocutor.
En esos encuentros no debe existir el menor indicio de vanidad o soberbia pero sí, utilizando una adecuada humildad, y con el convencimiento de las propias limitaciones, creando de esas manara un clima de mutua simpatía y comprensión.
La buena charla construye; es una verdad incontrovertible, pero también no podemos negar que existen quienes no lo practican, o tal vez lo hacen mal; cuando hablan, es solamente para escucharse, no para oír a los demás, y sin brindar verdadera y cortes atención a lo que en esos momentos se dice o se comenta. Tampoco se hace el necesario silencio para permitir a quién inició un determinado tema pueda desarrollarlo con normalidad. Se promueve así, el desacuerdo es total, produciendo incómodos e inútiles enfrentamientos, con los cuales sólo se consiguen resultados negativos… Recordemos siempre; la conversación es un arte que todos podemos ejercer exitosamente.
ISABELINO ESPINOSA
Diariamente intercambiamos con otras personas, ya sea mediante una conversación simple, amena, constructiva, o por el contrario, polemizando con firmeza frente a otras formas de pensar. En todos los casos nos debe interesar prioritariamente dejar una buena imagen en nuestro ocasional interlocutor, y hacer posible un vínculo de agradable convivencia, y para lograr tal propósito, no deberíamos olvidar algunas indicaciones que la experiencia de los años vividos nos ha enseñado.
En un diálogo correcto y positivo no tendría que estar ausente una auténtica sinceridad, es decir, la fidelidad a los hechos que se relatan, procurando ser breves, y exponer correctamente las propias opiniones, aceptando como corresponde las razones ajenas. Por otra parte para que una conversación sea una modalidad agradable, debe existir un absoluto respeto hacia el eventual interlocutor.
En esos encuentros no debe existir el menor indicio de vanidad o soberbia pero sí, utilizando una adecuada humildad, y con el convencimiento de las propias limitaciones, creando de esas manara un clima de mutua simpatía y comprensión.
La buena charla construye; es una verdad incontrovertible, pero también no podemos negar que existen quienes no lo practican, o tal vez lo hacen mal; cuando hablan, es solamente para escucharse, no para oír a los demás, y sin brindar verdadera y cortes atención a lo que en esos momentos se dice o se comenta. Tampoco se hace el necesario silencio para permitir a quién inició un determinado tema pueda desarrollarlo con normalidad. Se promueve así, el desacuerdo es total, produciendo incómodos e inútiles enfrentamientos, con los cuales sólo se consiguen resultados negativos… Recordemos siempre; la conversación es un arte que todos podemos ejercer exitosamente.
ISABELINO ESPINOSA
domingo, 3 de febrero de 2013
DE LA ÉPOCA GARDELIANA: JULIO DE CARO, Brillante exponente del tango argentino
El tango, desde fines del siglo XIX y principios del siguiente, fue la melodía, que caracterizó a los suburbios porteños. Zonas marginales donde habitaba la gente “orillera”, con una población donde abundaban ciudadanos “fuera de la ley”. Esos barrios no eran bien vistos por las clases “altas” de la ciudad capitalina.
El ritmo tanguero con el correr del tiempo, fue adquiriendo una jerarquía excepcional, debido a la concreción de los anhelos progresistas de músicos y compositores, que poseían un singular temperamento de interpretación y creatividad.
Entre los encumbrados ejecutantes que aportaron lo suyo en ese sentido, figura la importante labor realizada por ese estupendo artista llamado: Julio De Caro, sin duda alguna, un nombre predestinado a la consagración, el permanente éxito.
Pasadas las dos primera décadas del siglo XX, puntualmente el año 1924, Julio De Caro reunió en una orquesta a un núcleo destacado de músicos, con el objeto de elevar el querido “gotán” a la categoría musical más expresiva. Esa formación estaba integrada de la siguiente manera: Pedro Mafia y Luis Petrucelli (bandoneones), Emilio De Caro (segundo violín), Francisco de Caro (piano) y Leopoldo Thompson (contrabajo), luego Enrique Kraus. Con posterioridad, al desvincularse Luis Petrucelli, Pedro Laurenz ocupó su lugar, donde logró lucirse ampliamente en cada actuación.
Indudablemente, la escuela “decareana” creó una forma muy particular y relevante de interpretar con una orquesta, el hermoso ritmo de que nos identifica plenamente en todas partes del mundo, constituyéndose en un magnífico embajador musical y por cuyo intermedio, muchas veces, éramos ubicados en el extranjero.
El citado conjunto de auténticos maestros, liderados por el magistral y talentoso intérprete del violín, don Julio De Caro, grabó gran cantidad de temas memorables para galardonar con sus melodías, las páginas de la verdadera historia del tango argentino, y así quedaron registradas para siempre en el disco, estas bellas expresiones de nuestra música ciudadana: “Ivette”, de Pascual Contursi y Costa-Roca, (9/6/1926). “¡Qué noche!” de Agustín Bardi (9/12/1926). “La Casita está triste” de Luis Bernstein y José De Grandis (28/12/1926). “Quejas de Bandoneón” de Juan de Dios Filiberto (9/3/1927). “T.B.C.” de Edgardo Donato, V. Soliño y R. Fontaina (28/12/1927), entre otros. Estas grabaciones son un valioso patrimonio de coleccionistas.
En 1928, el sexteto siempre dirigido por su primer violín Julio De Caro, tuvo algunos cambios en su integración. En ese año la orquesta estaba así compuesta: Emilio De Caro (segundo violín), Pedro Laurenz (primer bandoneón), Armando Blasco (bandoneón), Francisco De Caro (piano) y Vicente Siciarreta (bajo). Grabaron en esa temporada, entre otros, estos temas: “Berretín” de Enrique Cadícamo y Pedro Laurenz, (28/2/1928), “Vayan saliendo” de Víctor Pedro Donato (30/4/1928), “Mundo Argentino” de Julio De Caro (13/6/1928), “Acordate Gil” de A. Bacciale (10/8/1928), “Olimpia de Julio De Caro (27/10/1928). Se cumplía un ciclo trascendente irrepetible.
En apretada síntesis, hemos dado a conoce parte de los importantes desempeños de un músico y director famosísimo, Julio De Caro, un auténtico pionero del tango, esa incomparable melodía porteña que paseó en triunfo por los lugares más apartados del mundo y por su origen en muchas ocasiones conocieron que nació en un país llamado Argentina. Debido a la fecha de nacimiento de este gran compositor y de otro ídolo como Carlos Gardel, el “Día Nacional del Tango” es celebrado el 11 de diciembre de cada año. Sin dudas, un emotivo y justiciero homenaje a ambos artistas por su gloriosa trayectoria dentro de nuestra música ciudadana…
ISABELINO ESPINOSA
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martes, 8 de enero de 2013
-¡ASÍ NO, NENA! - SITUACIONES QUE NO DEBEN REPETIRSE
Domingo 18 de noviembre de 2012. Al llegar a mi domicilio ese día, pasadas las 22 horas, encuentro en la puerta de entrada, pegada con cinta adhesiva, una carta en la cual tres alumnas de un colegio secundario (que por razones obvias no mencionaré, como tampoco los nombres y apellidos de las estudiantes) aparentemente querían conocer la historia de nuestro barrio y aspectos desconocidos del mismo. Una acertada inquietud.
En la mencionada carta, dejaron un número de teléfono, para que confirmara si al día siguiente (lunes 19), podría ser entrevistado para obtener datos sobre el “CASTILLO DE VILLA DEL PARQUE”. La reunión se realizó sin inconvenientes. En la misma surgió el tema de presentar obras de teatro en nuestra zona. Tengo escrito ya varios argumentos para concretar la idea, que en esa ocasión fueron comentados claramente y aceptados.
Una de las alumnas se mostró muy involucrada en el proyecto y solicitó integrar el elenco actoral. Demostraba gran interés en intervenir, y, como los ensayos comenzarían el siguiente sábado 24, debí cambiar con urgencia diversas escenas en algunas obras, para darle a ella un sitio en los diálogos. El entusiasmo que demostraba parecía auténtico, sincero.
El trabajo fue arduo y complejo, no fue de ninguna manera fácil lograr en tan poco tiempo los indispensables arreglos, para dar lugar al ingreso de un nuevo personaje. Había que modificar muchas cosas pero se hizo con éxito, el esfuerzo dio a nuestra labor un merecido triunfo…
Llegó el día indicado, y a la hora convenida se iniciaron lo ensayos. La chica no concurrió como había prometido, hizo un llamado para comunicar que no podía estar presente, y que no participaría del proyecto. Todos los allí presentes quedamos sorprendidos por su actitud…. Sólo nos resta decir: ¡así no, nena!... y agregamos palabras del subtítulo de esta nota: situaciones que no deben repetirse.
Es para bien de todos…
ISABELINO ESPINOSA
En la mencionada carta, dejaron un número de teléfono, para que confirmara si al día siguiente (lunes 19), podría ser entrevistado para obtener datos sobre el “CASTILLO DE VILLA DEL PARQUE”. La reunión se realizó sin inconvenientes. En la misma surgió el tema de presentar obras de teatro en nuestra zona. Tengo escrito ya varios argumentos para concretar la idea, que en esa ocasión fueron comentados claramente y aceptados.
Una de las alumnas se mostró muy involucrada en el proyecto y solicitó integrar el elenco actoral. Demostraba gran interés en intervenir, y, como los ensayos comenzarían el siguiente sábado 24, debí cambiar con urgencia diversas escenas en algunas obras, para darle a ella un sitio en los diálogos. El entusiasmo que demostraba parecía auténtico, sincero.
El trabajo fue arduo y complejo, no fue de ninguna manera fácil lograr en tan poco tiempo los indispensables arreglos, para dar lugar al ingreso de un nuevo personaje. Había que modificar muchas cosas pero se hizo con éxito, el esfuerzo dio a nuestra labor un merecido triunfo…
Llegó el día indicado, y a la hora convenida se iniciaron lo ensayos. La chica no concurrió como había prometido, hizo un llamado para comunicar que no podía estar presente, y que no participaría del proyecto. Todos los allí presentes quedamos sorprendidos por su actitud…. Sólo nos resta decir: ¡así no, nena!... y agregamos palabras del subtítulo de esta nota: situaciones que no deben repetirse.
Es para bien de todos…
ISABELINO ESPINOSA
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