viernes, 28 de enero de 2011

Tragedia y Misterio en el Castillo (XII)

Pasado el trágico accidente

Mucho se ha hablado y escrito sobre la historia del tradicional castillo de Villa del Parque. Es innegable que su trágico destino se convirtió a través del tiempo en una apasionante leyenda.

Luego del luctuoso accidente tan lamentado por los desolados pobladores parquenses, todo volvió a una aparente normalidad, porque a menudo ocurrían hechos llamativos e inesperados que suscitaban cierta preocupación en el vecindario. Algunos, manifestaban que al pasar cerca del publicitado edificio en horas nocturnas, se escuchaban en ocasiones desde su interior, ruidos raros, quejidos y figuras macabras transitando por los alrededores.

Esa situación y otras también insólitas e imprevisibles se agudizaban a medida que se aproximaba la fecha del triste aniversario. Ocurría en las cercanas vías del ferrocarril. En la madrugada de algunos días, cerca de la hora en la cual se produjo el horrendo suceso, curiosamente, los pasajeros de determinadas formaciones ferroviarias al llegar precisamente al fatídico lugar, sentían extraños y desagradables síntomas, los que alarmaban justificadamente a todo el pasaje: mareos, vómitos, dolores corporales, etc. que desaparecían rápidamente al alejarse el tren de aquellos sitios rumbo a Retiro, donde finalizaba normalmente su recorrido después de transitar 48 Kms, desde el punto inicial, la estación "Presidente Derqui" del ferrocarril "Buenos Aires al Pacífico".

También sucedían los hechos relatados durante las fechas de celebración (según el calendario católico de la época), de los santos que correspondían a los nombres de la pareja de novios, y demás integrantes de ambas familias: Lucía (13 de diciembre), Ángel (27 de enero), Rafael (12 de septiembre), Victoria (23 de diciembre) María (15 de agosto), Gregorio (12 de marzo), Carmen (16 de julio), Francisco (4 de octubre), Flora (24 de noviembre), Elena (18 de agosto) y Manuel (26 de marzo).

Durante el año 1924 un grupo de caracterizados vecinos formaron una comisión investigadora para aclarar las dificultades, poco comunes que se producían en la zona, y al mismo tiempo hallar alguna solución para la tranquilidad de la población parquense. A tal efecto se realizaron varias reuniones que no dieron resultados positivos. Varios asambleístas dijeron en cierto momento tener dificultades para expresarse, y además problemas auditivos, mientras se trataban determinados temas relacionados con el caso.

Como es de imaginar recibían bromas de todo tipo que tenían que ver con el temor y el pánico que supuestamente sentían. Sin embargo, se insinuaban una duda: ¿era todo producto del miedo, o esas personas eran víctimas de fuerzas misteriosas que los acosaban? Desafortunadamente, nunca fue posible obtener una respuesta certera y absoluta que condujera a la esperada y auténtica verdad.

Posteriormente, la nombrada comisión vecinal logró que se oficiaran misas en las Parroquias del barrio a modo de exorcismo, las que estuvieron a cargo de los curas párrocos Pbros. Manuel A. Pujato y Vicente A. Rigoni. Paralelamente, demostrando un total desconcierto y escaso sentido común, realizaron contactos con un "medium" que aseguraba que podía comunicarse con los espíritus. Este señor se llamaba Pedro D' Ángelo y se domiciliaba en la calle Médanos (Juan Agustín García) 1891.

Los vecinos que concurrieron alguna vez a sus "sesiones" espiritistas que se efectuaban periódicamente en horas de la noche, en un oscuro salón de su casa iluminado solamente con la luz de una vela, contaron que esta persona en medio de terribles contorsiones y agudos gritos de dolor, que aparentemente eran emitidos por Lucía y Ángel de manera incorpórea, relataban los últimos momentos de sus vidas, segundos antes del horrible accidente, y la tremenda pena que soportaban al estar alejados definitivamente de sus seres queridos. Por nuestra parte, al desconocer esas prácticas esotéricas no podemos expresar ninguna opinión al respecto. En aquella época hubo serias polémicas, dos bandos que se enfrentaron, apoyando uno y creyendo totalmente todo lo realizado y los restantes negando con firmeza en una clara demostración de incredulidad y repudio. Esa controversia se mantuvo durante muchos años.

Más allá de toda especulación e incompresibles intereses, lo realmente cierto (avalado por verídicos relatos de quienes presenciaron los hechos), es que en el edificio de la calle Campana hubo alguna vez, como cuenta la leyenda, situaciones anormales e inexplicables por cuyas lógicas razones se lo denominó: "El Castillo de los Fantasmas", sustituyéndose el antiguo apodo de “El Castillo de los Bichos”.

sábado, 22 de enero de 2011

Antonio “CUILA” Sastre (tango)

Antonio Sastre jugador completo
gran delantero y gran defensor
todos los puestos del fútbol nuestro
él ocupaba y siempre el mejor.
De Independiente, alma y figura
un verdadero y cabal vencedor
muy elogiado por las hinchadas
gallardamente, todo un triunfador.

II

Ninguno lo discutía
ni fanáticos de otros clubes
cuando orgulloso vestía
la casaca nacional.

En partidos memorables
con su estilo inolvidable
era el crack que defendía
los colores con pasión.

Sus jugadas de maestro
jamás han sido olvidadas
porque quedaron grabadas
como emblema de un campeón.

I (BIS)

Antonio Sastre, ganador eterno
buscando aplausos su buen corazón
en el ocaso de su carrera
llegó al SAN PABLO y allí fue campeón.

Un argentino de Avellaneda
con juego criollo causó sensación
mediante amagues y sus esquives
a las tribunas brindaba emoción.

ISABELINO ESPINOSA

Estos versos fueron compuestos por un periodista deportivo, socio vitalicio de SAN LORENZO (N° 4345) en homenaje a su ídolo ANTONIO SASTRE, al que vio jugar en la década de 1930.

martes, 18 de enero de 2011

Tragedia y Misterio en el Castillo (XII)

Pasado el trágico accidente

Mucho se ha hablado y escrito sobre la historia del tradicional castillo de Villa del Parque. Es innegable que su trágico destino se convirtió a través del tiempo en una apasionante leyenda.

Luego del luctuoso accidente tan lamentado por los desolados pobladores parquenses, todo volvió a una aparente normalidad, porque a menudo ocurrían hechos llamativos e inesperados que suscitaban cierta preocupación en el vecindario. Algunos, manifestaban que al pasar cerca del publicitado edificio en horas nocturnas, se escuchaban en ocasiones desde su interior, ruidos raros, quejidos y figuras macabras transitando por los alrededores.

Esa situación y otras también insólitas e imprevisibles se agudizaban a medida que se aproximaba la fecha del triste aniversario. Ocurría en las cercanas vías del ferrocarril. En la madrugada de algunos días, cerca de la hora en la cual se produjo el horrendo suceso, curiosamente, los pasajeros de determinadas formaciones ferroviarias al llegar precisamente al fatídico lugar, sentían extraños y desagradables síntomas, los que alarmaban justificadamente a todo el pasaje: mareos, vómitos, dolores corporales, etc. que desaparecían rápidamente al alejarse el tren de aquellos sitios rumbo a Retiro, donde finalizaba normalmente su recorrido después de transitar 48 Kms, desde el punto inicial, la estación "Presidente Derqui" del ferrocarril "Buenos Aires al Pacífico".

También sucedían los hechos relatados durante las fechas de celebración (según el calendario católico de la época), de los santos que correspondían a los nombres de la pareja de novios, y demás integrantes de ambas familias: Lucía (13 de diciembre), Ángel (27 de enero), Rafael (12 de septiembre), Victoria (23 de diciembre) María (15 de agosto), Gregorio (12 de marzo), Carmen (16 de julio), Francisco (4 de octubre), Flora (24 de noviembre), Elena (18 de agosto) y Manuel (26 de marzo).

Durante el año 1924 un grupo de caracterizados vecinos formaron una comisión investigadora para aclarar las dificultades, poco comunes que se producían en la zona, y al mismo tiempo hallar alguna solución para la tranquilidad de la población parquense. A tal efecto se realizaron varias reuniones que no dieron resultados positivos. Varios asambleístas dijeron en cierto momento tener dificultades para expresarse, y además problemas auditivos, mientras se trataban determinados temas relacionados con el caso.

Como es de imaginar recibían bromas de todo tipo que tenían que ver con el temor y el pánico que supuestamente sentían. Sin embargo, se insinuaban una duda: ¿era todo producto del miedo, o esas personas eran víctimas de fuerzas misteriosas que los acosaban? Desafortunadamente, nunca fue posible obtener una respuesta certera y absoluta que condujera a la esperada y auténtica verdad.

Posteriormente, la nombrada comisión vecinal logró que se oficiaran misas en las Parroquias del barrio a modo de exorcismo, las que estuvieron a cargo de los curas párrocos Pbros. Manuel A. Pujato y Vicente A. Rigoni. Paralelamente, demostrando un total desconcierto y escaso sentido común, realizaron contactos con un "medium" que aseguraba que podía comunicarse con los espíritus. Este señor se llamaba Pedro D' Ángelo y se domiciliaba en la calle Médanos (Juan Agustín García) 1891.

Los vecinos que concurrieron alguna vez a sus "sesiones" espiritistas que se efectuaban periódicamente en horas de la noche, en un oscuro salón de su casa iluminado solamente con la luz de una vela, contaron que esta persona en medio de terribles contorsiones y agudos gritos de dolor, que aparentemente eran emitidos por Lucía y Ángel de manera incorpórea, relataban los últimos momentos de sus vidas, segundos antes del horrible accidente, y la tremenda pena que soportaban al estar alejados definitivamente de sus seres queridos. Por nuestra parte, al desconocer esas prácticas esotéricas no podemos expresar ninguna opinión al respecto. En aquella época hubo serias polémicas, dos bandos que se enfrentaron, apoyando uno y creyendo totalmente todo lo realizado y los restantes negando con firmeza en una clara demostración de incredulidad y repudio. Esa controversia se mantuvo durante muchos años.

Más allá de toda especulación e incompresibles intereses, lo realmente cierto (avalado por verídicos relatos de quienes presenciaron los hechos), es que en el edificio de la calle Campana hubo alguna vez, como cuenta la leyenda, situaciones anormales e inexplicables por cuyas lógicas razones se lo denominó: "El Castillo de los Fantasmas", sustituyéndose el antiguo apodo de “El Castillo de los Bichos”.

miércoles, 12 de enero de 2011

EL FÚTBOL, UNA PASIÓN POPULAR - HECHOS POCOS CONOCIDOS EN EL ÁMBITO DEL BALOMPIÉ NACIONAL


ANTONIO “CUILA” SASTRE, JUGÓ EN TODOS LOS PUESTOS DE UN EQUIPO Y EN TODOS FUE SENSACIÓN. UN CASO ÚNICO EN EL MUNDO.

Actuaba en Independiente desde la temporada de 1930, en la época del amateurismo. Había llegado ese año desde Progresista, un club del torneo de ascenso. Su puesto inicial era en el sector defensivo. Sus inicios fueron en la segunda división de la entidad de Avellaneda. Alternaba sus desempeños como defensor y delantero. Pasó rápidamente a la primera división, imponiendo su nombre con la fuerza de su enorme calidad de estupendo jugador. Un verdadero artista del fútbol, porque realizaba jugadas elegantes, armoniosa y de gran brillantez, provocando el delirio de sus simpatizantes.

En un tiempo de notables futbolistas, poseedores de un estilo definido, que mezclaba en su concepción; plasticidad, improvisación, picardía y eficacia. Antonio Sastre ganó merecidamente, un lugar de privilegio entre las consagradas figuras de nuestro máximo deporte. Lograba algo muy difícil, ser aplaudido por todas las hinchadas.

Había debutado en el profesionalismo en la primera fecha del campeonato oficial de la categoría superior de 1931, en el puesto de delantero, frente al tradicional adversario de barrio; el Racing Club. “Cuila” Sastre estuvo presente en el siguiente elenco: Sangiovanni; Fazio y Chiarellal; Ferrou, Corazzo y Echeverría; Porta, Sastre, Ravaschino, Seoane y Betinoti. Fue el jugador más completo que dio el balompié argentino en toda su historia, porque en los campeonatos posteriores, ocupó alternativamente lugares defensivos y de ataque en el conjunto “rojo”, en ocasiones a la derecha, a veces a la izquierda, sin ningún inconveniente, y manejando el balón con una increíble habilidad, y utilizando ambas piernas con idéntica eficacia. Verlo jugar era un verdadero deleite, sus fintas e incontrolables gambetas causaban asombro, mientras en la tribuna adicta partía el premio de una estruendosa ovación…

En el año 1936 se disputaba el denominado “Campeonato Argentino”, donde se incluían selecciones del interior del país, y un combinado compuesto por jugadores pertenecientes a clubes que intervenían en el torneo de la ciudad de Buenos Aires. Sastre fue integrante de ese equipo llamado; CAPITAL , que fue el campeón al vencer en el partido final a la selcción rosarina por 4 a 1, en la cancha de Chacarita Juniors, situada en al calle Humboldt 345. Los capitalinos formaron así: Yustrich (Boca); Fazio (Independiente) y Valussi (Boca); Arrese (San Lorenzo), Scavone (San Lorenzo) y Arcadio Lopez (F.C.Oeste); Orsi (Independiente), Sastre (Independiente), Naón (San Lorenzo), Diego García (San Lorenzo) y Beristain (Platense). Pasaron algunos meses de este certamen, y cuando el 1° de febrero de 1937, Argentina se clasificó campeón sudamericano, al vencer a Brasil por 2 a 0 en el el partido final disputado en la cancha de San Lorenzo de Almagro, Sastre fue defensor en el siguiente equipo: Bello (Independiente); Fazio (Independiente) y Tarrío (San Lorenzo); Sastre (Independiente), Lazzatti (Boca ) y C. Martínez (Independiente); Guaita (Racing), Varallo (Boca) Zozaya (Estudiantes), Cherro (Boca) y E. García (Racing), casi todo ese año, “Cuila”jugó en puestos defensivos de esos “rojos” de Avellaneda, demostrando su calidad indiscutida. Actuaba en todas las posiciones de un equipo, incluso lo hizo de arquero en dos partidos; frente a San Lorenzo de Almagro, y un amistoso contra Peñarol de Montevideo, conservando su arco invicto….

También en el año 1937, al disputarse el tradicional “Campeonato Argentino”, integró el seleccionado de PROVINCIA, que finalmente ganó dicho torneo con esta formación: Bello (Independiente); Montañez (Gimnasia y Esgrima) y Delovo (Gimnasia y Esgrima); Sastre (Independiente), Corazzo (Independiente) y C. Martínez (Independiente); Peralta (Gimnasia y Esgrima), Fidel (Gimnasia y Esgrima), Miranda (Qulmes), Reuben (Independiente) y E. García (Racing). Él había sido el mejor de todos, el más destacable. Si bien es cierto que en aquella época gloriosa e irrepetible de nuestro fútbol, existían numerosos jugadores que ocupaban con gran rendimiento diversos lugares en los equipos que integraban, ya sea como delanteros o defensores: Cosso (V. Sársfield), Bongiovanni (Huracán), Valido (Lanas), Barraza (Chacarita Juniors), Sande (Estudiantes), Antonio Sastre fue el primer jugador polifuncional del balompié argentino.

En Independiente estuvo en estas líneas delanteras: Porta, Sastre, Lamanna, Ravaschino y Evaristo. Orsi, Sastre, Matta, Pereyra y Zorrilla. Sastre, De la Mata, Erico, Reuben y Zorrilla. La selección nacional lo tuvo como candidato permanente en sus alineaciones, por su llamativa capacidad, y cuando comenzaba la etapa de su declinación pasado ya los 30 años de edad, fue a jugar al club San Pablo de Brasil y fue campeón. Los adictos a la nombrada institución decían: “si hubiera un premio Nobel para jugadores de fútbol, todo San Pablo votaría por Antonio Sastre”. Aquí, en la Argentina, merecería tener un monumento que lo recordara, como el mejor y más completo futbolista del mundo, en una época irrepetible del fútbol nacional… en la mencionada ciudad brasileña, sí lo tuvo. Se hizo justicia.

jueves, 6 de enero de 2011

Tragedia y Misterio en el Castillo (XI)

RELATOS DEL CHOFER DEL COCHE NUPCIAL

A este señor, involuntario espectador del accidente ocurrido a poca distancia de donde tenía estacionado su coche, le atribuyeron posteriores declaraciones de las cuales reconoció que en aquellos momentos estaba sentado en su cabina distraídamente, sin prestar mayor atención a lo que sucedía en los alrededores. Un paraje oscuro y monótono sin atractivos para la curiosidad. Recordaba que de pronto al girar la vista hacia el Castillo alcanzó a ver el veloz avance del tren, y creyó haber oído algún grito de terror que no pudo precisar. Tal vez ambos jóvenes habrían expresado de esa manera su espanto, al advertir súbitamente frente a ellos la enorme masa de hierro de la locomotora que terminaría con sus vidas.

Por su parte el maquinista que guiaba la formación ferroviaria llegó a la estación terminal de Retiro en su horario habitual no informando sobre lo ocurrido porque según sus manifestaciones, por la alta velocidad que el tren llevaba y la escasa visibilidad del lugar no vio lo sucedido.

Más allá de los relatos y las especulaciones que se hicieron al respecto, lo verdaderamente cierto, lo indudable, es la acción preponderante de un destino cruel y despiadado que se había cobrado dos víctimas, destruyendo la existencia de una felíz muchacha junto a su joven esposo.

Desafortunadamente, una trama fatal originó el triste e imprevisible accidente causando enorme pena, tremenda amargura a sus allegados y a todos aquellos que lograron conocer de cerca a Lucía y Ángel. Es de lamentar que a raiz de un extraño designio perecieran justamente el mismo día en el cual debían iniciar una afortunadamente senda matrimonial, seguramente con la idea de concretar proyectos alentadores y promisorias ilusiones, al amparo del cariño y el apoyo incondicional de sus respectivas familias.

Conclusión:

Por todo lo relatado hasta aquí, analizando todas las posibilidades presentadas y cotejando eventuales declaraciones de quienes estuvieron cerca de la terrible tragedia, debemos admitir que la versión que afirma que no era un coche tirado por caballos el vehículo nupcial, sino un automóvil, es al parecer la más acertada, la más creíble y por consiguiente la que debe registrar la historia.

DATOS Y NOTICIAS QUE SE PERDIERON EN EL TIEMPO

Es indudable que con el paso de los años la historia va perdiendo poco a poco informaciones de gran utilidad, datos importantes que la posterioridad nunca podrá rescatar. Quizás debido a eso, hubo quienes sin haber vivido en las épocas que debía recoger la leyenda "fabricaron" noticias y argumentos de dudosa veracidad. Otros en cambio que realmente asistieron a determinados acontecimientos y por motivos inexplicables dieron datos falsos y equivocados que distorsionaron la verdad. Tales formas de notificar, especialmente al periodismo que las aceptaba de buena fe, originaron errores informáticos insalvables. Todo lo antedicho se confirma al evocar momentos culminantes de la vida de los habitantes del castillo parquense.

Años más tarde de ocurrido el accidente alguien dijo tener datos sobre el sepelio y la inhumación de las víctimas. Inexacto, esa noticia es incorrecta, extrañamente ignorándose por que razones, nunca se dio a conocer esa información y quienes en algún momento dijeron poseerla no se ajustarán a la realidad. Con referencia a ese tema solo por trascendidos no confirmados, la empresa funeraria a cargo del servicio había sido Lázaro Costa. Tampoco se supo en que necrópolis fueron depositados los restos de ambos jóvenes. Dudas e incógnitas que jamás podrán ser aclaradas debidamente. El tiempo transcurrido borró para siempre las huellas de un pasado, cuyas noticias, informes y testimonios principales hoy tan solo son un recuerdo, una evocación nostálgica reflejadas en las páginas de la historia parquense.

A fines de 1912 el castillo fue puesto en venta pero no hubo ofertas importantes y no se logró realizar la operación. Aquellas tierras que en el siglo XIX don Rafael Giordano había adquirido privadamente a su primitivo dueño don Pedro Pastorini (según antiguas referencias), y donde fue construído el majestuoso edificio, parecían después de la conocida tragedia lugares malditos. Nada funcionó adecuadamente en ese sitio en ninguna época. Una situación rara, no razonable y misteriosa que nunca tuvo una explicación coherente y creíble.