miércoles, 12 de enero de 2011

EL FÚTBOL, UNA PASIÓN POPULAR - HECHOS POCOS CONOCIDOS EN EL ÁMBITO DEL BALOMPIÉ NACIONAL


ANTONIO “CUILA” SASTRE, JUGÓ EN TODOS LOS PUESTOS DE UN EQUIPO Y EN TODOS FUE SENSACIÓN. UN CASO ÚNICO EN EL MUNDO.

Actuaba en Independiente desde la temporada de 1930, en la época del amateurismo. Había llegado ese año desde Progresista, un club del torneo de ascenso. Su puesto inicial era en el sector defensivo. Sus inicios fueron en la segunda división de la entidad de Avellaneda. Alternaba sus desempeños como defensor y delantero. Pasó rápidamente a la primera división, imponiendo su nombre con la fuerza de su enorme calidad de estupendo jugador. Un verdadero artista del fútbol, porque realizaba jugadas elegantes, armoniosa y de gran brillantez, provocando el delirio de sus simpatizantes.

En un tiempo de notables futbolistas, poseedores de un estilo definido, que mezclaba en su concepción; plasticidad, improvisación, picardía y eficacia. Antonio Sastre ganó merecidamente, un lugar de privilegio entre las consagradas figuras de nuestro máximo deporte. Lograba algo muy difícil, ser aplaudido por todas las hinchadas.

Había debutado en el profesionalismo en la primera fecha del campeonato oficial de la categoría superior de 1931, en el puesto de delantero, frente al tradicional adversario de barrio; el Racing Club. “Cuila” Sastre estuvo presente en el siguiente elenco: Sangiovanni; Fazio y Chiarellal; Ferrou, Corazzo y Echeverría; Porta, Sastre, Ravaschino, Seoane y Betinoti. Fue el jugador más completo que dio el balompié argentino en toda su historia, porque en los campeonatos posteriores, ocupó alternativamente lugares defensivos y de ataque en el conjunto “rojo”, en ocasiones a la derecha, a veces a la izquierda, sin ningún inconveniente, y manejando el balón con una increíble habilidad, y utilizando ambas piernas con idéntica eficacia. Verlo jugar era un verdadero deleite, sus fintas e incontrolables gambetas causaban asombro, mientras en la tribuna adicta partía el premio de una estruendosa ovación…

En el año 1936 se disputaba el denominado “Campeonato Argentino”, donde se incluían selecciones del interior del país, y un combinado compuesto por jugadores pertenecientes a clubes que intervenían en el torneo de la ciudad de Buenos Aires. Sastre fue integrante de ese equipo llamado; CAPITAL , que fue el campeón al vencer en el partido final a la selcción rosarina por 4 a 1, en la cancha de Chacarita Juniors, situada en al calle Humboldt 345. Los capitalinos formaron así: Yustrich (Boca); Fazio (Independiente) y Valussi (Boca); Arrese (San Lorenzo), Scavone (San Lorenzo) y Arcadio Lopez (F.C.Oeste); Orsi (Independiente), Sastre (Independiente), Naón (San Lorenzo), Diego García (San Lorenzo) y Beristain (Platense). Pasaron algunos meses de este certamen, y cuando el 1° de febrero de 1937, Argentina se clasificó campeón sudamericano, al vencer a Brasil por 2 a 0 en el el partido final disputado en la cancha de San Lorenzo de Almagro, Sastre fue defensor en el siguiente equipo: Bello (Independiente); Fazio (Independiente) y Tarrío (San Lorenzo); Sastre (Independiente), Lazzatti (Boca ) y C. Martínez (Independiente); Guaita (Racing), Varallo (Boca) Zozaya (Estudiantes), Cherro (Boca) y E. García (Racing), casi todo ese año, “Cuila”jugó en puestos defensivos de esos “rojos” de Avellaneda, demostrando su calidad indiscutida. Actuaba en todas las posiciones de un equipo, incluso lo hizo de arquero en dos partidos; frente a San Lorenzo de Almagro, y un amistoso contra Peñarol de Montevideo, conservando su arco invicto….

También en el año 1937, al disputarse el tradicional “Campeonato Argentino”, integró el seleccionado de PROVINCIA, que finalmente ganó dicho torneo con esta formación: Bello (Independiente); Montañez (Gimnasia y Esgrima) y Delovo (Gimnasia y Esgrima); Sastre (Independiente), Corazzo (Independiente) y C. Martínez (Independiente); Peralta (Gimnasia y Esgrima), Fidel (Gimnasia y Esgrima), Miranda (Qulmes), Reuben (Independiente) y E. García (Racing). Él había sido el mejor de todos, el más destacable. Si bien es cierto que en aquella época gloriosa e irrepetible de nuestro fútbol, existían numerosos jugadores que ocupaban con gran rendimiento diversos lugares en los equipos que integraban, ya sea como delanteros o defensores: Cosso (V. Sársfield), Bongiovanni (Huracán), Valido (Lanas), Barraza (Chacarita Juniors), Sande (Estudiantes), Antonio Sastre fue el primer jugador polifuncional del balompié argentino.

En Independiente estuvo en estas líneas delanteras: Porta, Sastre, Lamanna, Ravaschino y Evaristo. Orsi, Sastre, Matta, Pereyra y Zorrilla. Sastre, De la Mata, Erico, Reuben y Zorrilla. La selección nacional lo tuvo como candidato permanente en sus alineaciones, por su llamativa capacidad, y cuando comenzaba la etapa de su declinación pasado ya los 30 años de edad, fue a jugar al club San Pablo de Brasil y fue campeón. Los adictos a la nombrada institución decían: “si hubiera un premio Nobel para jugadores de fútbol, todo San Pablo votaría por Antonio Sastre”. Aquí, en la Argentina, merecería tener un monumento que lo recordara, como el mejor y más completo futbolista del mundo, en una época irrepetible del fútbol nacional… en la mencionada ciudad brasileña, sí lo tuvo. Se hizo justicia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

UN GENIO, GRANDE