viernes, 22 de octubre de 2010

- PERSONAJES DE VILLA DEL PARQUE - RICARDO OISTO FERRÚS



CAMPEÓN ABSOLUTO DE UNA EXTRAÑA COMPETENCIA

Repasando la auténtica historia de Villa del Parque, es posible advertir, que es pródiga en acontecimientos de toda índole, dentro de lo que son los límites de su dilatada zona. Surgieron a través de los años, innumerables personajes cuyas sobresalientes y determinadas cualidades, le dieron al barrio una brillante y especial nombradía, con la concreción, afortunadamente, de hechos felices y destacados promovidos por vecinos, que se convirtieron en cierto momentos en sus más genuinos representantes.

Tal es el caso de Ricardo Oisto Ferrús, antiguo poblador de la zona nacido en el año 1900, que a poco de llegar, se transformó en un gran jugador del deporte de las bochas, integrando un terceto invencible con sus vecinos Antonio Crescente y Tomás Espinosa. Entusiasta hincha de Independiente, tenía siempre un pequeño escudo de los rojos de Avellaneda, en su chata transportadora de ladrillos de los tradicionales Hornos parquenses…

En la lejana década de 1930, en varios barrios porteños, nació una rara costumbre creada y puesta en vigencia hábilmente por algunos propietarios de bares y restaurantes, con el intento de aumentar la concurrencia de clientes.

Consistía en organizar, generalmente en días sábados o domingos, almuerzos o cenas solamente para dos comensales, los cuales competían entre sí en un llamativo “torneo” denominado “Les du bon appétit”, donde ganaba quien comía más.

Gran número de parroquianos concurría a presenciar los citados enfrentamientos. Muchos de ellos, con singular entusiasmo y vehemencia volcaban sus simpatías a favor de uno u otro contendiente, que también había jugado cierta cantidad de dinero. A viva voz se hacían las apuestas que el dueño del comercio recibía, y luego ya definido el vencedor de la puja alimentaria, entregaba a los apostadores el monto de las ganancias obtenidas.

En todos los casos, el abundante menú era establecido de antemano por ambos participantes, y se servían en partes iguales. Las reglas del juego aclaraban que el primero que rehusara seguir comiendo, perdía irremediablemente.

Ricardo Oisto Ferrús, con sus 104 kilos de peso, fue imbatible campeón de todos los barrios de Buenos Aires. Ante él caían derrotados los “glotones” más famosos de los distintos lugares de nuestra gran urbe porteña.

Ricardo Oisto Ferrús fue un verdadero ídolo de Villa del Parque. Su chata era impulsada por tres caballos “Chiche”, “Moro” y “Zaino”, llevaban los mismos nombres que los autores Alberto Vacarezza y Raúl de los Hoyos incluyeron en su tango “El carrerito”, grabado por Carlos Gardel en 1928…

Descendientes de don Ricardo viven aún en el barrio, su hijo Lito y sus nietos Carlitos y Patricia, que con lógica emoción escuchan asombrados estos relatos de antaño…

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