martes, 24 de mayo de 2011
TOMASITO (I)
por “El Zorzal” (ISABELINO ESPINOSA)
Villa del Parque es un populoso barrio porteño y como muchos otros, tiene una historia rica en acontecimientos de importante significación, digno de originar un relato. Contaremos uno de ellos; real, emotivo, nostálgico. Ocurrió durante las primeras décadas del siglo XX.
El fútbol ya era pasión en los chicos de entonces, y lo jugaban diariamente a la salida de la escuela, en los inmensos baldío de la zona. Cada cual tenía su club predilecto, y también su ídolo a quién trataba de imitar, con la inocultable ansia de ser algún día como él, con su fama y características…
La presente narración rescata del pasado la figura de un personaje que pudo finalmente concretar el sueño de muchos de aquellos chiquilines, en eso lejanos tiempos de expectativas y añoranzas.
Su nombre era Tomás, pero desde muy pequeño, todos lo llamaban utlizando el diminutivo: “TOMASITO”. Sus padres simpatizaban con el más popular de los deportes: el fútbol. Ellos querían, desde su nacimiento, que su hijo algún día fuese futbolista, un sueño que ambos no ocultaron en ningún momento, y que constantemente daban a conocer a quienes lo quisieran escuchar.
El chico fue creciendo normalmente y con el correr del tiempo, quizá por influencia de sus progenitores, fue haciendo de sus preferencias la posesión de una pelota, desechando por ese motivo costosos e importantes juguetes.
Luego llegó la época de su ingreso al ciclo de estudios primario, y años más tarde Tomasito era por sus condiciones futbolísticas, integrante obligado del equipo representativo de su escuela. A pesar de su corta edad poseía aptitudes que lo destacaban sobre el resto de los alumnos. Hábil con la pelota, y diestro en el manejo de ambas piernas causaba una lógica admiración, constituyéndose en un elemento fundamental dentro del conjunto escolar.
(Continuará)
Villa del Parque es un populoso barrio porteño y como muchos otros, tiene una historia rica en acontecimientos de importante significación, digno de originar un relato. Contaremos uno de ellos; real, emotivo, nostálgico. Ocurrió durante las primeras décadas del siglo XX.
El fútbol ya era pasión en los chicos de entonces, y lo jugaban diariamente a la salida de la escuela, en los inmensos baldío de la zona. Cada cual tenía su club predilecto, y también su ídolo a quién trataba de imitar, con la inocultable ansia de ser algún día como él, con su fama y características…
La presente narración rescata del pasado la figura de un personaje que pudo finalmente concretar el sueño de muchos de aquellos chiquilines, en eso lejanos tiempos de expectativas y añoranzas.
Su nombre era Tomás, pero desde muy pequeño, todos lo llamaban utlizando el diminutivo: “TOMASITO”. Sus padres simpatizaban con el más popular de los deportes: el fútbol. Ellos querían, desde su nacimiento, que su hijo algún día fuese futbolista, un sueño que ambos no ocultaron en ningún momento, y que constantemente daban a conocer a quienes lo quisieran escuchar.
El chico fue creciendo normalmente y con el correr del tiempo, quizá por influencia de sus progenitores, fue haciendo de sus preferencias la posesión de una pelota, desechando por ese motivo costosos e importantes juguetes.
Luego llegó la época de su ingreso al ciclo de estudios primario, y años más tarde Tomasito era por sus condiciones futbolísticas, integrante obligado del equipo representativo de su escuela. A pesar de su corta edad poseía aptitudes que lo destacaban sobre el resto de los alumnos. Hábil con la pelota, y diestro en el manejo de ambas piernas causaba una lógica admiración, constituyéndose en un elemento fundamental dentro del conjunto escolar.
(Continuará)
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